sábado, junio 14, 2025
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Una investigación de la UCA en la Cueva del Toro podría cambiar la historia de Benalmádena 

Cuando pensamos en pintura rupestre se nos viene a la mente la Cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar, a 30 kilómetros de Santander, y que estuvo habitada entre hace 35.000 y 13.000 años.

Sin embargo, no todos conocen que en Benalmádena también se custodia arte paleolítico presente en el Yacimiento de la Cueva del Toro. 

También conocida como Cueva del Calamorro por su situación en el Cerro del Calamorro (a los pies de la Sierra de Mijas), fue descubierta en 1969 por Manuel Giménez, quien publicaría en 1972 junto a Javier Fortea su contenido de arte paleolítico en la prestigiosa revista Zephyrus. Esto le valdría su denominación como Bien de Interés Cultura (BIC), la máxima figura de protección patrimonial de nuestro país. No obstante, desde entonces y hasta la actualidad, la Cueva del Toro no ha vuelto a ser estudiada, limitándose su tímida aparición a unas pocas obras de compendio.

Plano realizado por Fortea en su publicación de 1972.

Este largo olvido de 50 años la ha hecho objetivo de numerosos episodios de vandalismo y visitas descontroladas pese a su cerramiento, algunas de ellas con nefastas consecuencias para sus motivos paleolíticos más representativos. Ahora, la Universidad de Cádiz acude a la llamada de auxilio de este tesoro arqueológico y a través de una investigación, recién aprobada por la Junta de Andalucía, -en la que participan una treintena de investigadores de España, Portugal, Inglaterra, Italia, Alemania y China-, pretende convertir la Cueva del Toro benalmadense en uno de los referentes de la arqueología prehistórica de la bahía malagueña.

El proyecto, titulado Estudio y documentación gráfica del Arte Rupestre Prehistórico de la Cueva del Toro (Benalmádena, Málaga). Caracterización arqueométrica y datación U/Th del Arte Paleolítico de la bahía malagueña estará dirigido por el investigador de la Universidad de Cádiz, Diego Salvador Fernández Sánchez, doctor especialista en arte prehistórico.

En esta investigación participan reconocidos especialistas en arqueología prehistórica y arte rupestre como José Ramos, catedrático de la Universidad de Cádiz; Pedro Cantalejo, coordinador de la Cueva de Ardales; Hipólito Collado, director del proyecto europeo First Art; Luis Efrén, conservador de la Cueva de Nerja; el investigador Hugo Mira o la arqueóloga Itziar Merino, del Ayuntamiento de Benalmádena.

Entre las instituciones participantes se encuentran centros de impacto internacional como el Instituto Terra e Memória, el Max Planck Institute o el College of Geographical Sciences of the Nanjing Normal University.

Los trabajos cuentan además con el apoyo de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Benalmádena, aportando ayuda en la logística, elaboración de documentación técnica requerida, y en la futura difusión de datos una vez realizados los trabajos científicos, que se plasmarán en la realización de una batería de conferencias de los especialistas implicados y en la publicación de los mismos, para dar a conocer los avances y resultados de la investigación.

Aunque los investigadores no descartan aun la posibilidad de que un futuro la Cueva del Toro pudiera ser visitada, según manifestaron a Ole Benalmádena, trabajarán en la creación de material en tres dimensiones al objeto de poder recrearla con exactitud y mostrarla al mundo en todo su esplendor.

¿Homo Sapiens o neardentales?

La primera constancia de ocupación humana en Benalmádena se remonta al Paleolítico Superior, precisamente en esta cueva. Hasta el momento, no existen yacimientos habitacionales del mismo periodo en esta zona que se puedan relacionar con la Cueva del Toro, aunque, según señala la cronista oficial de Benalmádena, Maricarmen Lara, hay autores que lo vinculan con la Cueva del Bajondillo.

En cuanto al tipo de población, la que en mayor número de yacimientos se documenta en Málaga es la especie Homo Sapiens Sapiens por lo que las investigaciones que realizará la Universidad de Cádiz podrían cambiar la historia de Benalmádena porque la datación de los materiales utilizados para realizar las pinturas en el Toro, entre otros aspectos, abre la posibilidad de que su autoría fuera de una especia anterior, la Neardental, mucho más humana de lo que se creía, según han explicado a Ole Benalmádena los investigadores de la UCA, que resaltan que los nuevos estudios y descubrimientos realizados en la última década han hecho caer la mayoría de mitos y creencias que se tenían sobre esta especie. 

Para el desarrollo de esta investigación se han planteado tres líneas de trabajo bien definidas en el proyecto, al que el pasado 2 de diciembre la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en Málaga dio luz verde.

La primera de ellas irá encaminada al estudio de la naturaleza topográfica y medioambiental del área en la que se encuentra la cavidad de cara a profundizar en la manera en que fueron realizados los pictogramas de Toro, su conservación y su significado territorial dentro de los patrones de poblamiento de los grupos humanos paleolíticos. Este acercamiento territorial busca además conocer las propiedades geológicas del entorno para averiguar los puntos concretos donde los artistas prehistóricos obtendría las materias primas necesarias para elaborar los pigmentos.

La segunda línea de intervención, sin duda la más ambiciosa, tratará de catalogar el número real de motivos pintados y grabados existentes en el yacimiento y así ahondar en sus características técnicas y cronológicas. Para ello se llevará a cabo una prospección milimétrica de los centenares de metros cuadrados de pared que componen la cavidad empleando técnicas de detección novedosas capaces de “sacar a la luz” restos de pigmentos allí donde estos son hoy casi imperceptibles para el ojo humano debido a su mala conservación.

Esta faceta de documentación se complementará con una extensa batería de muestreos entre los que destaca: la datación de capas de calcita con U/Th para establecer la fecha mínima en que fueron realizados los motivos; la extracción de ADN a través del pigmento para determinar si este fue aplicado por humanos anatómicamente modernos o por Homo sapiens neanderthalensis; y analíticas RAMAN y de Difracción de Rayos X para conocer con exactitud la composición o “receta” de la pintura empleada.

En tercer y último lugar, se prevé la utilización de herramientas digitales de registro tridimensional, totalmente inofensivas para el arte rupestre, con las que obtener un modelo virtual realista de todos los sectores de la cavidad, prestando especial detalle a los paneles decorados. Con ello se pretenden alcanzar tres objetivos básicos. A nivel arqueológico, completar la clásica documentación 2D con ficheros 3D que permitan inventariar cada una de las figuras a la más alta resolución. A nivel patrimonial, contar con un material de base desde el que realizar un diagnóstico integral del estado de conservación en que se encuentra el arte para adoptar medidas urgentes de actuación y garantizar, cuanto menos, la preservación virtual de la oquedad. Finalmente, a nivel social y de socialización, generar recursos didácticos con los que hacer accesible el yacimiento a toda la población en espacios como museos o colegios sin necesidad de visitar físicamente la Cueva del Toro.

Protección del pasado

Investigación, publicación y alta divulgación irán de la mano en un proyecto de gran alcance científico y patrimonial que busca recuperar y proteger el pasado más antiguo de Benalmádena. Según explica el concejal de Cultura, Pablo Centella, “este proyecto está en clara consonancia con la nueva línea de trabajo que se viene desarrollando desde la Delegación de Cultura, como es la recuperación del patrimonio histórico del municipio”.

Para ello, se empezó con un estudio pormenorizado del estado en el que se encontraban los yacimientos arqueológicos de Benalmádena. “Además de este interesante y necesario trabajo científico que van a realizar en la Cueva del Toro, venimos trabajando en la recuperación de otros yacimientos: tenemos en marcha un proyecto que verá pronto la luz, como es la protección y recuperación de la Villa Romana de Torremuelle, así como de algunas de las torres almenaras”, ha anunciado el concejal.

Además, el Ayuntamiento también ha colaborado con la Universidad de Málaga en profundizar en la investigación del yacimiento más antiguo de Arroyo de la Miel, el Cerro de la Era, del que en breve se ofrecerán los resultados.

“Junto al apoyo a la investigación y conservación, gracias a los fondos Edusi estamos acercando nuestro pasado a la ciudadanía, con el proyecto del Centro Historia de Benalmádena, que ahora alberga una exposición temporal sobre villas romanas del municipio, y en pocos meses podremos disfrutar de un proyecto museográfico de alta calidad que dará a conocer la historia de nuestra localidad”, subrayó el concejal de Cultura.


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