El máximo reconocimiento al que un deportista puede aspirar lo ha logrado una benalmadense. Asunción Batista Portero ha logrado en el mundial de Balonmano playa, celebrado en Grecia, el título de mejor jugadora y además, mejor pivot en esta modalidad deportiva.
La joven salió de la cantera del colegio Maravillas, indiscutible incubadora local de jóvenes talentos, y ahora compagina su trabajo como azafata de vuelo con su gran pasión: el balonmano playa, un deporte minoritario que viene pisando fuerte en el panorama deportivo con la meta de lograr incorporarse a la lista de disciplinas presentes en los Juegos Olímpicos.
Se trata de un deporte bastante rápido, que utiliza todas las partes del cuerpo en cada partido. Requiere de fuerza, flexibilidad y resistencia para los contraataques y una estrategia tanto personal como grupal. Las reglas de juego del balonmano playa lo hacen además especialmente rápido y explosivo. Este continuo dinamismo y la espectacularidad de un terreno de juego natural como es la playa, hacen vibrar al público desde el minuto uno hasta el final de cada partido y de ahí, que cada vez goce de más popularidad entre los aficionados al cosmos deportivo. Y es que, el balonmano playa ha sobrepasado los límites puramente deportivos para erigirse como un espectáculo festivo que conquista el litoral.
-¿Cómo te iniciaste en el Balonmano?
-Empecé en el colegio Maravillas. Tiene una cantera muy buena de balonmano y muchas de las jugadoras de pista y playa hemos salido de Benalmádena.
– ¿Dónde proseguiste tu trayectoria deportiva?
-Después jugué en Mijas, Ciudad Real, Gijón, Islandia, Castellón y Córdoba. Al empezar a trabajar como azafata de vuelo tuve que dejar el balonmano pista y me dediqué en exclusiva al de playa. Ahora solo juego en esta modalidad con la Selección Española y con mi club, que es el Almería.
-Eres la mejor jugadora y la mejor pivot del mundo en balonmano playa…
-(Sonríe). Es el reto personal que tenemos todos los que practicamos algún deporte… estoy super contenta. Además es un premio que no me esperaba para nada porque como estoy trabajando pues no he podido entrenar como me hubiera gustado en pista, que es como nos mantenemos de cara al verano los que jugamos en playa y este premio ha sido toda sorpresa y una gran satisfacción personal tras estos años de esfuerzo.
-¿Es muy diferente el balonmano en pista y en playa?
-Totalmente, la verdad. Hay menos jugadores, el campo es más pequeño, se juega cuatro contra cuatro, se cambian los jugadores de ataque con los de defensa…. Es un deporte completamente distinto… para quien no conoce este deporte es muy complicado (sonríe), pero después engancha mucho al público por su dinamismo.
-¿Qué es lo que más te llena de la práctica del balonmano playa que lo hace diferente a otros deportes?
-Para mí, lo mejor es el ambiente que se respira en este deporte. El balonmano se fundamenta en el Fair play – expresión del inglés que significa juego limpio. Es un concepto del mundo de los deportes para referirse al comportamiento honesto y correcto que deben observar los atletas ante su oponente, el árbitro y los asistentes-. Esta filosofía se traduce en que casi no hay contacto entre los jugadores, con los árbitros siempre hay buena sintonía, siempre somos respetuosos, todos los equipos somos compañeros y aunque haya rivalidad en el campo, prima siempre el compañerismo… Para nosotros el balonmano es nuestra pasión y dedicamos mucho tiempo y esfuerzo en él, pero hemos entendido que para que sea un deporte bonito y espectacular necesitamos tener un comportamiento ejemplar. Además, somos ejemplo para los jóvenes pues somos un país que movemos mucho el balonmano playa y cada vez hay más niños y niñas que se inician en este deporte e intentamos enseñarles con nuestro ejemplo que no es necesario ni insultar, ni llevarse mal con el contrario… cuanto más compañerismo haya dentro y fuera del campo, más se disfruta de este deporte.
-Benalmádena puede presumir de un extensa costa litoral… playas hay para aburrirse, ¿crees que es el momento de dar un impulso para promocionar el balonmano playa en nuestro municipio?
-De hecho, en el Higuerón había algún torneo y estuvo muy bien, quizás sería bueno que se animen a fomentar su práctica en la playa, que como dices, en Benalmádena las hay esplendidas. En Fuengirola, por ejemplo, que tiene un club muy fuerte de balonmano playa, han puesto unas porterías en la playa y van allí a entrenar…
-Tu eres un espejo en el se miran muchos jóvenes, ¿qué les aconsejarías a las deportistas del colegio Maravillas de Benalmádena?
-Para mí el balonmano playa es apasionante… les diría, que si de verdad les gusta, luchen y trabajen duro porque de aquí a nada será un deporte olímpico. Este es el sueño de cualquier deportista que ama lo que hace y si yo no llego a las olimpiadas, estaré muy orgullosa de verlas a ellas competir allí.
-Trabajas como azafata de vuelo y también como deportista de élite, ¿es difícil de compaginar?
-Cuando eres joven es más fácil compaginar al tener por ejemplo, los veranos libres… Después, todo se complica un poco porque tienes que trabajar… hace unos días tenía un evento en Polonia con la selección española y me tuve que bajar del autobús a mitad de camino porque me llamaron del trabajo… por desgracia este deporte no nos da de comer a los deportistas y hay que priorizar el trabajo de cada uno. Es una pena, pero de momento ésta es la realidad.
-¿Cuáles son las principales metas a las que aspiráis en esta modalidad deportiva de cara al futuro?
-Estamos intentando que el balonmano sea lo más visible posible en el ámbito deportivo, precisamente para lograr que lo arrope cada vez más afición y que el día de mañana los deportistas puedan dedicarse profesionalmente a él plenamente, tal y como ocurre en otros deportes mayoritarios… Y como objetivo prioritario, todos queremos que el balonmano playa pueda entrar en las Olimpiadas. ¡Merece ser olímpico!.
