“Si no se riega, este verano se podrían perder hasta el 80% de los jardines particulares y si las piscinas quedan vacías, al exponer el hormigón al aire se deshidratará y empezarán a aparecer grietas”, alerta Andrés Marín, empresario benalmadense que ha iniciado un movimiento para exigir un reparto más equitativo del agua.
Y es que, las empresas de la Costa del Sol de jardinería, los viveristas, socorristas y el sector del alquiler vacacional, entre otros afectados por las restricciones al agua impuestas por la Emergencia por la sequía, vuelven a la carga con nuevas protestas este abril. Tras el éxito de participación en la primera manifestación, ahora piden el apoyo de comunidades vecinales y particulares en la que está prevista para este 5 de abril, a las 18.00 h. en la plaza de la Marina de Málaga.
Con veranos más largos, calurosos, sin precipitaciones y sin poder regar, la producción de muchos de estos autónomos y pymes ha caído en picado y alertan de graves consecuencias también tanto para comunidades vecinales como particulares.
Los afectados lo tienen claro: “Mientras los hoteles, parques acuáticos y otros negocios no tienen limitaciones, a nosotros y a los vecinos la Junta no ha cerrado el grifo con candado, sin darnos alternativas al impacto medioambiental y condenando a centenares de trabajadores al paro”.
En la tarde de ayer mantuvieron una nueva reunión con el concejal de Agua, Juan Olea, en la que, según ha sabido este periódico por los empresarios asistentes, se les volvió a mostrar el apoyo municipal, pero no se les puso sobre la mesa “ninguna alternativa a corto plazo, más allá de que están trabajando para que podamos usar agua regenerada para regar”. La posibilidad del uso de agua regenerada no es algo que este sector profesional vea viable en tanto “ni actualmente podemos disponer de la misma, ni las medidas preventivas que obliga la ley a adoptar para su uso al ser nociva para la salud, es algo que podamos cumplir”, aseguran.
Asimismo, el Ayuntamiento también les ha planteado la posibilidad de realizar formación. “Nosotros ya somos profesionales y no necesitamos cursos sino agua para regar o que el dinero que se quieren gastar en cursos lo destinen a ayudas porque en nada nos vemos todos en la ruina”, explican.
A la vista de este panorama, la única alternativa “real”, a su juicio, es una modificación urgente del plan especial de sequía para flexibilizar las restricciones totales que gravitan sobre el riego y el impulso de un “reparto equitativo del agua que no favorezca a unos sectores económicos en detrimento de otros y de los vecinos”.
“¿Tú ves lógico que un turista pueda disponer del agua que le venga en gana, mientras un benalmadense ve como se seca su jardín, se resquebraja su piscina y nosotros nos vamos a la cola del paro?”, critican estos profesionales, que no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados y van a entrar en abril con una nueva manifestación en el centro de Málaga a la que han convocado a particulares y comunidades de vecinos “porque también están sufriendo o van a sufrir, las consecuencias de este reparto tan injusto del agua que ha impuesto la Junta de Andalucía”.
