Esta madrugada parte de una vivienda de la calle San Juan de Arroyo de la Miel sufrió un derrumbe sin que se registraran daños personales. De manera inmediata se personaron en el lugar efectivos de la Policía Local, Bomberos así como técnicos municipales -que incluso se encontraban de vacaciones- para conocer los posibles efectos que hubiera podido producir el derrumbe de la casa, y especialmente que no hubiera ninguna persona en su interior.
Según ha explicado el propietario de la vivienda a Ole Benalmádena, la casa data de 1955 y estaba deshabitada desde que hace un año y medio cuando falleció su madre. Eso sí, él si que la visitaba asiduamente por lo que, dentro de las pérdidas materiales, según manifestó a este periódico, se alegra “de que no haya pasado cuando había alguien dentro”.
Lo cierto es que el desplome inesperado de parte de este inmueble despertó a los vecinos de la zona -algunos de ellos alertaban del suceso a Ole Benalmádena, e incluso nos mandaron fotografías desde la 1.26 horas-, pero todos coinciden en la fortuna de que solo ha habido que lamentar daños materiales y nos recuerdan que, a pocos metros, hace bien poco otra casa fue arrasada por un incendio.
Según ha informado a Ole Benalmádena, el concejal del distrito de Arroyo de la Miel, Juan Olea, tanto Bomberos como técnicos han determinado la necesidad de derribar por motivos de seguridad la fachada que ha quedado en pie, unos trabajos que se iniciaron hoy mismo, sobre las 15.00 horas.
De hecho, tanto el concejal cómo los técnicos del Ayuntamiento han visitado el lugar para comprobar ya a la luz del día la situación real del derrumbe, los posibles daños en viviendas colindantes y tomar las medidas correspondientes así como asegurarse de que no hubiera problema alguno con la corriente eléctrica en esta zona antes de proceder a las actuaciones requeridas con motivos de seguridad.
Olea, -que ha permanecido en el lugar del siniestro pese al intenso calor, y sin zonas de sombra, durante el desarrollo de todos los trabajos, coordinando la actuación y respaldando a la familia propietaria de la vivienda-, ha indicado a este medio, que “todos estamos trabajando para que el derribo y retirada de escombros no suponga ninguna molestia a la vecindad -en la que se ubican varios negocios- y hay que celebrar que no haya que lamentar ninguna pérdida personal, que es lo más importante”.