Numerosos vecinos se han reunido en torno a la plaza de Andalucía en Benalmádena Pueblo para asistir al acto institucional para conmemorar el 28 de febrero, fiesta de nuestra Comunidad autonómica.
El evento, que fue amenizado por el Coro del colegio Miguel Hernández y los sones de la Banda de Música de Benalmádena, tuvo como protagonistas a los ‘Benalmadenses del año 2021’, unos galardones que fueron entregados al doctor Yusuf Hamied y al conjunto de la comunidad educativa del municipio.
El municipio distingue anualmente a aquellas personas que han destacado por su actividad, su ejemplo cívico o su aportación a la colectividad. En esta ocasión se premió por un lado, al doctor Yusuf Hamied por su vínculo y su implicación solidaria con el Centro de Cuidados Paliativos de la Fundación Cudeca y por otro, al conjunto de la comunidad educativa tras su impresionante comportamiento durante los momentos más difíciles de la pandemia del Covid-19.
Yusuf Hamied es reconocido internacionalmente como empresario de la compañía farmacéutica CIPLA y por su defensa de los medicamentos genéricos, especialmente en los países menos desarrollados. Además, colabora con otros muchos proyectos solidarios y culturales, entre los que destaca el Centro de Cuidados Paliativos CIPLA en Pune, India, que comparte con Cudeca la necesidad del cuidado integral al final de la vida y ofrece también formación especializada a los profesionales.
Gracias a su donación, Cudeca ha financiado la construcción del Centro Yusuf Hamied, de Estudios e Investigación en Cuidados Paliativos, una instalación con la que Benalmádena se consolida como lugar de referencia internacional en el ámbito de los cuidados paliativos.
Durante su intervención, Hamied, que junto con su esposa viajó a Benalmádena desde la India para recibir este galardón, se mostró muy honrado por este reconocimiento. El doctor explicó que “toda mi vida la he pasado en la industria farmacéutica fabricando medicamentos asequibles y siendo científico siempre me ha interesado tanto la educación como la salud”.
Resaltó que en 1997, entre muchos programas sociales, “fuimos decisivos en la puesta en marcha del primer centro de cuidados paliativos en la India”, que sigue prestando un gran servicio a los enfermos en estado terminal. El doctor Hamied explicó que desde que visitase por primera vez Andalucía, en concreto Marbella en 2003, “se enamoró” de esta zona y decidió pasar gran parte de su tiempo aquí. En la Costa del Sol tuvo la oportunidad de tener contacto con la organización Concordia, que cuida enfermos con Sida y empezó a colaborar activamente con ella.
Tiempo después, en 2009, inició su colaboración con Cudeca, que se dedica a los cuidados paliativos aquí en Benalmádena. “Hemos apoyado a Cudeca durante los últimos trece años y seguiremos haciéndolo en los años venideros”, apuntó el doctor.
Primer centro del país de estudios en cuidados paliativos
Hace unos años se planteó en el seno de Cudeca la creación de un centro para la enseñanza de los profesionales de la salud, un centro que el doctor Hamied, desde su fundación, ha patrocinado y que, según indicó, “ya está prácticamente listo”. De hecho, precisamente ayer antes del acto conmemorativo del 28 F, las autoridades locales visitaron estas instalaciones.
Este centro es el primero en España, y probablemente de Europa, para estudios e investigación en cuidados paliativos. “Benalmádena debe estar orgullosa de contar con estas instalaciones en su municipio pues le reportará más interés y prestigio, no solo a nivel nacional, sino mundial”, apuntó el doctor, quien además tuvo unas palabras de elogio hacia el alcalde, Víctor Navas, de quien dijo que “además de haber sido un firme apoyo para Cudeca también se ha preocupado, durante estos años, de que Benalmádena sea el municipio más destacado de los destinos de Andalucía”.
Por otro lado, la comunidad educativa de Benalmádena también fue homenajeada con el premio ‘Benalmadense del año’, según destacó el edil de Educación, Pablo Centella, “por la labor que ha realizado durante los tiempos más duros de la pandemia, en los que reinventarse a marchas forzadas para que el impacto ocasionado por la pandemia en las nuevas generaciones y su nivel formativo fuera el menor posible”.
Durante su intervención, Centella recordó las palabras el histórico dirigente de IU, Julio Anguita, tras la muerte de su hijo, el periodista Julio Anguita Parrado, por un misil del ejército iraquí en Bagdad en abril de 2003. «Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen», afirmó el izquierdista en solidaridad “a los ucranianos y ucranianas que viven en Benalmádena”.
“Toda la comunidad educativa se tuvo que enfrentar a una situación incierta y totalmente desconocida y el sistema educativo se puso a prueba”, apuntó Centella, que resaltó la labor realizada en aquel tiempo por la Casa de la Cultura y Protección Civil para hacer llegar los libros de texto a los hogares de los estudiantes benalmadenses pues, en palabras del edil, “quedó patente la brecha digital y que no todos tienen acceso a un ordenador o las habilidades necesarias para trabajar online”.
En palabras de Centella, “los equipos directivos y el profesorado han mostrado una dedicación y esfuerzo añadido encomiable, el personal no docente se ha multiplicado para atender las nuevas demandas, las madres y padres se han adaptado de una manera decidida a los ritmos que la situación demandaba y, por último, los estudiantes, desde los más pequeños a los adolescentes, han dado una prueba de madurez y adaptación que ha sorprendido a propios y extraños”.
Este galardón fue recogido por un grupo perteneciente a distintos colegios e institutos locales en representación de toda la comunidad educativa de Benalmádena: alumnado, Ampas, docentes, equipos directivos y servicios de limpieza.
“De un día para otro todos nos encontramos pisando un escenario que nunca nos podíamos imaginar que iba a ocurrir. Todos nos tuvimos que adaptar, y el mayor esfuerzo ha venido por parte del alumnado y queremos destacar que hay estudiantes que incluso mejoraron sus calificaciones gracias al esfuerzo realizado desde sus casas”, explicaron los representantes de la comunidad educativa de Benalmádena que también destacaron su agradecimiento por este galardón “no solo por ser una gratificación, sino porque nos sirve como un impulso para seguir trabajando más y mejor, todos juntos, sabiendo que nuestro Ayuntamiento está siempre ahí codo con codo con nuestra comunidad educativa”.
28F: Saber más sobre nuestras señas de identidad
El nombre
Según el portal de la conmemoración del 28F de la Junta, Andalucía es fruto del paso de pueblos como el íbero, el celta, el fenicio, el cartaginés, el romano o el musulmán, que han ido dejando su legado en nuestra tierra desde hace siglos. No es hasta el siglo XIII cuando se incorpora al español el topónimo Andalucía, traducción del gentilicio árabe para los territorios de al-Ándalus.
El proceso de autonomía
El artículo 2 de la Constitución Española reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones españolas.
En base a ello, el 28 de febrero de 1980, se celebra el referéndum por el que Andalucía llega a constituirse como comunidad autonómica, con plenas competencias y gobierno propio.
Y ya en 1981 se aprueba el Estatuto de Autonomía, la norma de mayor importancia para los andaluces tras la Constitución y que otorga a Andalucía la condición de nacionalidad histórica.
En abril de 1983 el Parlamento de Andalucía reconoce a Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza.
La bandera
Inspirada en los colores de los paisajes andaluces, la ‘blanquiverde’ fue aprobada en 1918 por la Asamblea de Ronda. En ella se incluye el escudo, cuya leyenda es ‘Andalucía por sí, para España y la humanidad’ y está integrado por la figura de un Hércules que sujeta a dos leones entre columnas.
Una curiosidad: restaurada por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, puedes ver la bandera de Blas Infante en su casa museo de Coria del Río.
El himno
Compuesto por José del Castillo Díaz y con letra de Blas Infante, está inspirado en el Santo Dios, un canto religioso popular que los campesinos y jornaleros de algunas comarcas andaluzas cantaban durante la siega.
