Benalmádena prevé llegar al 81,91% de ocupación hotelera esta Semana Santa, según los datos proporcionados por la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), que manifestó que hay un estancamiento en las reservas con respecto a los datos que se estimaron a finales de febrero.
“De momento, son unos datos claramente por debajo de los obtenidos el pasado año en Semana Santa aunque los resultados son diferenciales en las distintas zonas de la provincia. Hemos notado en las últimas dos semanas un estancamiento en la demanda por lo que esperamos que las reservas de última hora y el factor climatológico puedan impulsarla demanda y aumentar así la ocupación hotelera”, ha asegurado José Luque, presidente de Aehcos.
De cumplirse estas previsiones, la caída con respecto a la Semana Santa de 2023 sería del 8%. Por encima nuestro municipio se sitúa Nerja (86,03%) y Málaga Capital (82,94%). En cuanto al periodo comprendido entre el Miércoles Santo y el lunes de Pascua (27 de marzo al 1 de abril), las previsiones son similares, aunque con alguna variación en el orden de municipios. Ronda seguiría liderando la ocupación hotelera con un 87%, le seguiría de cerca Málaga Capital, con un 86,61%, Nerja (85,15%) y Benalmádena (78,83%).
“Los establecimientos de la provincia se están preparando para la temporada alta y los resultados de Semana Santa son un termómetro para muchos de ellos. El ritmo de reservas de estos próximos días en los que todavía hay plazas disponibles, va a ser clave para confirmar que se recuperan los datos actuales y se superan las cifras de 2023”, han explicao desde el Comité Ejecutivo de Aehcos.
Problema del agua
Los turistas llegarán en plenas protestas de los sectores afectados directa o indirectamente por las restricciones del agua con motivo de la sequía. De hecho, justo ayer se celebró la primera de las manifestaciones en las que han unido fuerzas representantes del sector de la jardinería, mantenimiento de piscinas, socorrismo, y viviendas turísticas.
Estos sectores profesionales se preguntan si es justo que los hoteles llenen sus piscinas mientras los jardines públicos y las comunidades “luchan por sobrevivir”, y sostienen que “la equidad y la sostenibilidad deben prevalecer sobre los intereses comerciales”. Subrayan que la paradoja del agua en la actualidad está en que “mientras los turistas se refrescan en las piscinas, los vecinos ven como se marchitan sus jardines y zonas verdes”.
En el caso de que la situación se mantenga, se producirá un despido generalizado en diferentes empresas que afectará a miles de familias en toda la provincia de Málaga. De ahí que, según manifiestan, “vayamos a continuar con las protestas, a las que cada vez se están sumando más y más profesionales, que ven cómo se van a la ruina”.
