Un incendio registrado esta mañana en una vivienda de un bloque de pisos en la calle La Higuera, de Arroyo de la Miel, ha ocasionado daños materiales sin que haya que habido que lamentar ningún daño personal, más allá de la atención que recibió el hijo adolescente de la pareja propietaria del inmueble con motivo de la inhalación de humos. El joven no tuvo que ser traslado al hospital y fue atendido in situ por parte del personal sanitario que se trasladó hasta esta calle benalmadense.
Según ha podido saber este medio, pasadas las 10.30 horas de hoy domingo día 13, varios vecinos de la calle La Higuera llamaron por teléfono al servicio de Emergencias 112 con motivo del humo que salía por la ventana de la cocina de una vivienda del segundo piso de uno de los bloques del conjunto Montemiel. El servicio de Bomberos se trasladó a la calle La Higuera de inmediato y tras desalojar a algunas familias de viviendas anexas y de pisos superiores al siniestrado, sofocaron el fuego, que solo se saldó con daños materiales.
El foco del incendio, según ha contrastado Ole Benalmádena con las personas afectadas, se inició en la cocina y en la vivienda en esos instantes solo se encontrada el hijo adolescente durmiendo. El joven se despertó por el humo y logró pedir auxilio a los vecinos, que ya habían puesto en conocimiento de emergencias la situación al haberse percatado de la cantidad de humo que salía por la ventana de la cocina del inmueble.
La rápida actuación de los servicios de Bomberos, que se trasladaron al lugar del siniestro junto con agentes de la Policía y servicios sanitarios, propició que el fuego fuera controlado con rapidez y que ninguna persona sufriera daños mayores.
Pese al estado de nerviosismo y ansiedad ante lo acaecido, los vecinos del piso en el que se inició el fuego, según ha comprobado personalmente Ole Benalmádena, se encuentran bien. A lo largo de estas horas muchos son los vecinos que les han hecho llegar su preocupación y ofrecido su ayuda, y todos coindicen en que «lo importante es que a ellos no les haya ocurrido nada y que pese a los daños en la vivienda, todo se haya quedado en un susto».