- Día 3: plenilunio.
- Día 6: afelio (máxima separación Tierra-Sol).
- Días 7-12 al amanecer: conjunciones de la Luna con Saturno y Júpiter.
- Día 10: la Luna en cuarto menguante.
- Día 17: Luna nueva.
- Días 18-21 al anochecer: conjunciones de la Luna con Mercurio, Venus y Marte.
- Día 26: la Luna en cuarto creciente.
- Día 30: máximo de la lluvia de las delta acuáridas.

Según nos informa el Real Observatorio de Madrid, llegan los meses más cálidos al hemisferio norte, con condiciones que invitan a la observación del cielo. Durante esta época la Vía Láctea se muestra en todo su esplendor y vemos altas en el cielo algunas de las constelaciones más atractivas del cielo boreal. El mes de julio ofrece algunos de los días más largos del año en el hemisferio norte. En Madrid, el 15 de julio el Sol sale a las 6:57 y se pone a las 21:44, hora peninsular española, proporcionando unas 15 horas de luz.
El día 6 de julio a las 22:07, hora peninsular española, tiene lugar el «afelio», el instante de máximo alejamiento de la Tierra respecto al Sol. Recordemos que la órbita de la Tierra es una elipse, aunque se parece mucho a un círculo. Por eso, existe una ligera variación en la distancia entre la Tierra y el Sol a lo largo del año. En particular, el 6 de julio la Tierra se sitúa en el punto más alejado del Sol, a 152,1 millones de kilómetros, un 3% más lejos que en enero.
Aunque pueda parecer poco intuitivo, los meses más cálidos a nuestras latitudes coinciden con el momento en que el Sol se sitúa más lejos de nosotros; la razón es que las estaciones se deben principalmente a la inclinación del eje de la Tierra respecto a su órbita, lo que hace que recibamos más radiación solar durante los meses de verano, y no guarda relación con la distancia de la Tierra al Sol.
Aunque la lluvia más conocida del año, las perseidas, tiene lugar en agosto, también es posible ver estrellas fugaces este mes de julio. Entre el 12 de julio y el 23 de agosto podemos ver alguna estrella fugaz de la lluvia de las delta acuáridas. Este año se espera un máximo de actividad el día 30 de julio, pero esta lluvia no muestra un pico muy pronunciado, por lo que las últimas noches del mes, desde el 28 hasta el 31, nos deberían proporcionar un buen número de meteoros.
La lluvia de las delta acuáridas presenta una mayor actividad cuanto más al sur nos situemos. La presencia de la Luna creciente dificultará este año la observación salvo las últimas horas de la noche, que serán las mejores para observar estas estrellas fugaces. Los meteoros de las delta acuáridas parecen provenir de un punto situado en la constelación de Acuario, junto a la estrella delta, de donde toman su nombre. Esto nos permite distinguirlas de las perseidas, que surgen de un punto más al norte en la esfera celeste, en la constelación de Perseo. Como siempre, es preferible buscar cielos oscuros, alejados de la contaminación lumínica, para poder ver un mayor número de estrellas fugaces.
Los amaneceres estivales tienen a Júpiter y Saturno como protagonistas. Júpiter, el más brillante de los dos, está situado frente a la constelación de Aries. Según avanza el verano, Júpiter cada vez aparece antes por el horizonte este. Saturno, por su parte, está situado en la constelación de Acuario y le lleva la delantera a Júpiter: hace su aparición poco después de anochecer a comienzos de julio y pasa a ser visible durante toda la noche a finales de julio.
Entre los días 7 y 12 de julio, la Luna irá desfilando ante las constelaciones del zodiaco a medida que disminuye su fracción iluminada. El día 7, dará lugar a una conjunción con Saturno , mientras que los días 11 y 12 se situará primero al oeste y a continuación al este de Júpiter. Aunque no sean visibles a simple vista, Urano y Neptuno se sitúan también en esta franja del cielo.
Durante los anocheceres de julio, la acción planetaria se concentra hacia el oeste inmediatamente después de la puesta de Sol. Podremos ver a Venus, extremadamente brillante, siguiendo el resplandor del crepúsculo. Más alto que Venus se sitúa Marte y a escasa altura sobre el horizonte, Mercurio. Según avanza el mes de julio, Venus pierde rápidamente altura respecto al horizonte al ponerse el Sol.
Como comentábamos, Saturno es visible durante toda la noche desde finales de julio. Podemos encontrarlo al este, situado en la constelación de Acuario, desde el momento de la puesta de Sol. El 30 de agosto, además, estará en conjunción con la Luna casi llena, surgiendo en dúo sobre el horizonte este cuando empieza a oscurecer.
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Fuente: Real Observatorio de Madrid