Benalmádena vuelve a estar en el ojo del huracán informativo por el juicio por el comedor social, que después de una década de espera, ha sido aplazado en el último momento.
La Fiscalía pedía una pena total de ocho años de prisión y diez de inhabilitación para el que fue concejal independiente de Benalmádena, Francisco Salido, por un presunto desvío de dinero de unas subvenciones otorgadas a la asociación que gestionaba el comedor social. Acusa al ex edil de Unión Centro Benalmádena (UCB), de un delito continuado de malversación e infidelidad en la custodia de documentos en calidad de autor. También se sientan en el banquillo de los acusados otros dos procesados relacionados con el comedor social de Benalmádena.
Hablamos con Encarnación Cortés -actual concejala del PSOE y ex compañera de Francisco Salido-, que fue quien denunció las presuntas irregularidades en el comedor social.
– ¿Por qué se ha aplazado el juicio?
-Porque Francisco Salido, asistido por un letrado de oficio, interrumpe para alegar que quería cambiar de abogado a uno privado, que no había preparado su defensa con el letrado que le representaba. La Presidenta del tribunal, a fin de evitar una posible nulidad, accedió a su petición. Lo curioso es que la vista llevaba ya casi un año señalada y nunca había manifestado que quería un nuevo abogado… Imagino que cada uno tendrá su estrategia. Incluso se había constituido el jurado popular, jurando el cargo, y se hicieron las alegaciones previas. Lo curioso es que, al final, tarde o temprano, será el pueblo quien ajusticie en este caso que, de quedar probada la acusación, tanto daño ha hecho a los vecinos más vulnerables de Benalmádena.
-¿Cómo empezaron sus sospechas sobre el comedor social?
-Antes ya había denunciado la gestión de Francisco Salido sobre una serie de contratos del Puerto Deportivo, del que también era responsable junto a Bienestar Social. De hecho, está condenado por prevaricación y en la actualidad está inhabilitado. En Benalmádena se conocían estas denuncias sobre las irregularidades en el puerto y numerosos vecinos me buscaron para contarme incidencias y asuntos que no cuadraban. Pese a que recibía 3.000 euros semanales, me decían que la comida era de muy baja calidad y que había gastos y pagos extraños. Era algo que se comentaba en todos lados, pero nadie hacia nada.
-¿El comedor social lo gestionaba Servicios Sociales?
-Las personas eran derivadas por los trabajadores sociales, pero la gestión la llevaba una asociación que se creó para tal fin en su día, en la que el cuñado de Francisco Salido era el secretario y su hermano coordinaba las entregas de comida. Lo cierto es que el proyecto nació mucho tiempo atrás y la realidad es que era beneficioso para muchas familias; lo indignante fue en qué lo terminaron convirtiendo y cómo se gestionó.
-¿Llegó a trasladar sus sospechas sobre el comedor social a la que era alcaldesa en aquella fecha, Paloma García (PP)?
-Claro que sí. Hablé con Paloma García y también le detallé todo lo ocurrido con anterioridad en el puerto de mano de Francisco Salido, que era socio de Gobierno tras la moción de censura. Le pedí personalmente que investigara el comedor social y no fui la única. Pero pese a que era un asunto muy grave, la alcaldesa no hizo nada en ese momento, y me dejó claro que no pensaba hacerlo en un futuro.
-Entonces, ¿cómo se inició la investigación de Intervención?
-Como concejala no adscrita, logré en un Pleno municipal obligar a la alcaldesa a encargar un informe de fiscalización al interventor municipal y cuando, éste solicitó la documentación, mis sospechas se afianzaron porque, parece ser que, Salido se llevó todos los papeles de Servicios Sociales, una incidencia de la que se dejó constancia en su día y que conoce la Fiscalía.
– Hay que recordar que en el Ayuntamiento no había sede electrónica…
-No había, pero sí que quedaban rastros en los ordenadores -de hecho, los ordenadores de Servicios Sociales fueron intervenidos-. Aquello tomó una dimensión que nadie esperaba. Así se lograron descubrir presuntas irregularidades de gran calado como por poner un ejemplo, que había usuarios activos en el comedor que estaban muertos o cumpliendo condena en prisión…
-¿Qué reveló el informe de intervención?
-Que había 251.566,87 euros sin justificar oportunamente. Además, alertaba de distintas irregularidades en la gestión. La asociación no tenía, según este informe, ni libro de caja, aunque tenía contratada a la asesoría de su presidente. Los hechos eran tan graves que, el interventor, incluso solicitó que, como medida preventiva, no se continuara abonando la subvención hasta que la asociación que gestionaba el Comedor justificase dónde había ido a parar todo ese dinero, que por cierto, al final, el Ayuntamiento solicitó a la asociación el reintegro de la cantidad mencionada.
-Así que de los 324.500 euros recibidos en concepto de subvenciones por la asociación en el período comprendido entre 5/01/2012 y 29/04/2012, parece ser que sólo se habrían justificado oportunamente gastos por un importe de 72.933,13 euros… Un dinero que no podemos perder de vista que era para ofrecer comidas y cenas a benalmadenses vulnerables…
-Eso es lo que el Ministerio público señala, apoyándose en la labor realizada por el área de Intervención del Ayuntamiento, que elaboró un informe muy completo.
-Debió ser frustrante tanto en el caso del puerto como del comedor social no contar con el apoyo de sendos alcaldes… verse sola…
-Lógicamente. Fue muy decepcionante pero me apoyé en la gente que vino a pedirme ayuda y en mi conciencia. Y en el caso del comedor social, es que los vecinos se volcaron haciendo donaciones… Era un proyecto ilusionante, que pudo ayudar mucho a los benalmadenses y que nunca mereció terminar como ha terminado, en un escándalo de esta envergadura. La pena es que, diez años después del asunto del comedor social, y a resultas de cómo se están desarrollando algunos asuntos por los nuevos gestores municipales, tengo la impresión de que Benalmádena, por desgracia, volverá a sonar fuerte en los tribunales.