El Ministerio de Cultura y Deporte ha concedido una subvención de 6.732,96 euros a la Biblioteca Pública Arroyo de la Miel para que se digitalice el archivo de la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena (Sicab), con el que cuenta el fondo bibliográfico de la biblioteca.
En palabras del concejal de Cultura, Pablo Centella, “por su antigüedad y por la importancia del contenido, nuestro archivo sobre la Sicab es la colección más importante de nuestro patrimonio bibliográfico-documental, cada vez más consultado por escritores e investigadores que indagan en el pasado cultural de la Costa del Sol”,
El archivo sobre la Sicab, que contiene unos 300 documentos, también incluye crónicas sobre el evento firmadas por plumas tan prestigiosas como las de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o Rosa Montero, además de valiosas fotografías sobre el festival, pionero en la proyección de filmes de autor en nuestro país.
De igual forma, según la información proporcionada por la directora de la Biblioteca, Maricarmen Martín Lara, también atesora desde los carteles anunciadores de las diversas ediciones a documentos tan valiosos como una carta de Martin Scorsese, que en sus inicios como cineasta solicitaba con esta misiva participar en el festival benalmadense.
La directora de la Biblioteca también ha anunciado que, en la actualidad, se está procediendo a la catalogación y digitalización de todo el valioso fondo local de la Biblioteca, un proceso arduo y complejo que está siendo coordinado por Conchi Burgos.
Historia de la Sicab
En 1969, Luis Mamerto López-Tapia, procedente de una familia hotelera vasca instalada en Benalmádena, convence a Enrique Bolín, alcalde del municipio, para celebrar un festival de cine en la localidad, y así surge la Semana internacional de Cine de Autor de Benalmádena (Sicab). El proyecto lo apadrina Fraga Iribarne -entonces Ministro de Información y Turismo y que mantenía buenas relaciones con Enrique Bolín- que lo veía como un elemento interesante para su plan de desarrollo de la costa andaluza.
Según palabras de López-Tapia, “la Semana nacía de una contradicción, no aparente sino real, entre su vocación cultural, progresista, contestataria, y un régimen político que impedía la libertad de expresión que disfrutaba el resto de los países europeos. Contó con un patrocinio económico de las grandes empresas turísticas de la zona, aun cuando no comulgaran con los planteamientos conceptuales citados y con el soporte organizativo y financiero del propio Ayuntamiento de Benalmádena, regido entonces por el alcalde más joven de España, arriesgado, emprendedor, intuitivo, pero lógicamente sometido a los Principios Fundamentales del Movimiento.”
Después de los problemas políticos que se producen en la segunda edición de la Semana, con los inevitables choques entre la libertad con que seleccionaban las películas sus organizadores y el ambiente represivo, se prescinde de López-Tapia.
Se recurre para la tercera edición a un prestigioso crítico, el barcelonés José Luis Guarner, que dirigió la Semana un año. Fue un periodo de transición de la que surgiría una nueva y definitiva etapa, que bajo la dirección del director gaditano Julio Diamante, abarcaría hasta el año 1989 y que constituiría su periodo más brillante y fecundo.
Diamante se vuelca en el cine de autor, programa decenas de películas, muchas de las cuales nunca se estrenarían en salas comerciales debido a la censura, y catapulta la Semana convirtiéndola en uno de los acontecimientos cinematográficos más importantes en la España de aquellos años.
Según fuentes municipales, años más tarde, en 1998, nacería el Festival de Cine Español de Málaga, impulsado por el entonces concejal de Cultura, Antonio Garrido Moraga, como un certamen heredero de la Sicab, a raíz de una iniciativa del grupo municipal de Izquierda Unida que, en mayo de 1996, presentó una moción –aprobada de forma unánime por la corporación- para recuperar el espíritu y el prestigio de la desaparecida Semana de Cine de Autor de Benalmádena.