Si bien los restos arqueológicos de Los Molinillos son de los más interesantes que tiene Benalmádena de la época romana, el hallazgo de la tumba de una mujer de mediana edad, que tras los primeros estudios técnicos se documenta entre los siglos V y VII d.C, proporciona una pieza vital de este puzzle aún por completar sobre cuál era la extensión real y el funcionamiento interno de aquella villa romana en nuestro municipio.
Los restos han sido descubiertos durante los trabajos de restauración y consolidación de la puesta en valor del yacimiento, que se está acondicionando para que pueda ser visitable a partir del próximo mes de marzo. Se trata de la zona industrial de la villa (pars fructuaria), dedicada entre el siglo I y III d.C. a la producción y exportación de aceite de oliva, una de las únicas de esta índole ubicadas a pie de playa, y posteriormente, reconvertida por nuestros ancestros romanos en fábrica de salazones -similar a la que tenían ya en Torremuelle-, y situada a unos cincuenta metros de la parte residencial (pars urbana), conocida como Benalroma.
El director arqueólogo del proyecto, Miguel Vila, ha explicado a este medio que repasando los apuntes de la excavación realizada en 2003 -en la que también participó- “sí que encontramos tres piedras grandes que, ahora con el hallazgo de estos restos, bien pudieran ser la lápida, es decir, la tumba estaba marcada, pero el objetivo en aquellas fechas era delimitar la fábrica de aceite y no se excavó por completo por lo que no disponíamos de la información que tenemos ahora”.
Lo que se sabe hasta hoy sobre el yacimiento de Los Molinillos es que tiene una fase altoimperial, que corresponde a la de la fábrica de aceite, después, del siglo III al V, los romanos utilizan las mismas estructuras y las acondicionan para producir salazones, pero a partir de ese siglo, en palabras de Vila, “hemos descubierto que muchos muros cambian de orientación y queda enterrado lo anterior sin que podamos deducir que nuevo uso se dio a estas instalaciones”. Por este motivo, toma relevancia el descubrimiento de este enterramiento, que es el primero de época romana del que se tiene constancia científica en Benalmádena, pues bien pudiera ser que la zona acogiera el cementerio de la villa, del que todavía no se tenía constancia física.
Vila subraya que “no quiere pensar de se trata de un enterramiento aislado”, pero al no haber hallado más restos humanos -y sin posibilidad de hacerlo pues ya se ha acotado todo el margen existente de excavación- “no se puede hablar, de momento, de una necrópolis como tal”. Lo que sí nos confirma es que el cuerpo no cuenta ni con ajuar ni ofrendas o joyas por lo que se intuye que la mujer no pertenecía a una familia con privilegios, porque de ser así hubiera sido enterrada con otros honores y en la capital. Al tratarse de una zona productiva, “y a que los huesos no presentan indicios que hagan pensar en que pudiera tratarse de una esclava”, posiblemente esta mujer sería miembro de unas de las familias que vivía y trabajaba en la villa, que fue enterrada en su entorno más cercano.
Las primeras indagaciones tras el hallazgo, apuntan a que responde a la época en la que la fábrica de salazones de esta villa romana ya no estaba en uso. De hecho, los restos han sido localizados junto al horno alfarero, que era utilizado para la creación de las ánforas en las que se trasladaban los salazones y, que presumiblemente, sea uno de varios aún no descubiertos en la costa benalmadense. Se sabe que la villa romana de nuestro municipio hacia el Oeste es mucho más grande de lo que conocemos hoy día, pero poco o nada se conoce sobre cómo evoluciona hacia el Este y que sorpresas esconde el tramo que transcurre entre Benalroma y Los Molinillos.
En estas labores de limpieza y acondicionamiento para propiciar las creación de pasarelas y la instalación de luminaria que faciliten su visita, también se han localizado objetos y artesanía, así como una nueva canalización de la decantación del aceite, y posteriormente remodelada a centro de elaboración de salazones.
Como rige la legislación autonómica de la Junta de Andalucía, todos los materiales arqueológicos, tanto cerámicos, como otros, junto a los restos óseos de este enterramiento romano, una vez terminados los trabajos, informes detallados y estudios, deberán ser entregados al Museo Provincial de la Málaga para su custodia.
Respecto a esas piezas del gran puzzle aún por completar sobre nuestra villa romana, cómo nos indica Vilar, habrá que esperar a que se realicen obras de saneamiento o preventivas en la zona que pudieran sacar a la luz nuevos hallazgos. De momento, lo que es incuestionable es que el yacimiento de Los Molinillos -ubicado además junto al Centro de Historia de Benalmádena– es un nicho para investigaciones y oportunidades, y que cada vez que se actúa sobre él ofrece más información sobre nuestra ciudad, proporcionado a la par un paquete turístico muy potente y sin competencia en la Costa de Sol.
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