
Si observa bien la factura del agua podrá ver que en realidad son dos facturas. Una a nombre de ACOSOL que es la empresa de la mancomunidad de municipios de la Costa del Sol. Es la parte menos abultada del recibo y va directamente a la mejora del servicio que presta a los municipios de la zona como Benalmádena.
La otra factura, la más cuantiosa, la carga EMABESA, la empresa “municipal” de aguas de Benalmádena. Hace 25 años Bolín decidió privatizar la gestión del Agua y dejarla, tras un concurso, en manos del grupo FCC, Fomento de Construcciones y Contratas la cual para el asunto de gestión del agua utiliza la empresa AQUALIA.
El 51% de AQUALIA está en manos de FCC de la que es propietario Carlos Slim controvertido multimillonario mexicano, y el 49% restante lo regenta un fondo de inversión australiano dedicado a la gestión de la jubilación de 11 millones de ciudadanos de este país.
Con estos datos ya sabemos dónde van los euros que pagamos en nuestro recibo de la luz. Una parte a la mancomunidad de la Costa del Sol y la otra a AQUALIA. Los beneficios de la primera ayudan a mejorar infraestructuras y los de la segunda a engordar a un multimillonario mexicano de dudosa reputación y a garantizar las pensiones de 11 millones de jubilados australianos. ¿Esto es justo?
El agua nace y se consume aquí ¿Por qué se llevan fuera los beneficios económicos de su consumo? Con nuestro consumo regamos beneficios en México y Australia. ¿Por qué no se queda ese dinero aquí? El agua y sus beneficios son del pueblo.
En junio se acaban los 25 años de concesión y el Ayuntamiento tiene que decidir si seguir dejándola en manos privadas o recuperar el agua para el bien de los benalmadenses. Desde IU lo tenemos claro y queremos una gestión pública, justa y transparente para que nuestro dinero se quede aquí y no se vaya ni a México ni a Australia.
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