El Ayuntamiento gastará 11.788,50 euros en el tapizado de sillas de trabajo y de las butacas del salón de plenos. En concreto, según el expediente al que ha podido acceder este periódico, se retapizarán cinco sillas de PVD -trabajo en pantalla de visualización de datos -, la rinconera de siete módulos que hay instalada en la Alcaldía y el asiento y respaldo de las butacas del salón de plenos.
El contrato será adjudicado a Mayesta Desing SL y contará con un plazo de ejecución de hasta el 15 de diciembre de este año, contemplando la garantía que marca la ley para este tipo de servicios, sin que hayamos podido acceder a las especificaciones respecto a los materiales que se utilizarán ni ninguna característica concreta respecto al trabajo que realizará esta empresa, un aspecto importante pues, tras consultar a varios tapiceros de dentro y fuera de la provincia, nos indican que “precisamente aspectos como el tamaño o materiales son determinantes para fijar precios pues por ejemplo, las fibras naturales como el algodón, la piel o el lino suelen ostentar precios más altos y los tejidos sintéticos como la microfibra tienden a abaratar el coste”.
En la documentación consultada se argumenta la compra municipal en que estos asientos “han sufrido por el uso, por lo que se hace necesario que recuperen las condiciones de funcionalidad sobre todo en lo concerniente a la tapicería”.
El conocimiento de este nuevo gasto del Gobierno local, con mayoría absoluta del PP, ha provocado las críticas del líder de la oposición, el socialista Víctor Navas, que entiende que “lo más probable es que sea más económico para las arcas municipales adquirir cinco sillas nuevas de trabajo que retapizarlas” y que las butacas del plenario “solo hay que verlas para comprobar que por las condiciones en las que se encuentran no urge que se realice este desembolso económico que pagamos todos los benalmadenses”.
Navas ha criticado que desde que Juan Antonio Lara llegó a la Alcaldía “y tras heredar un Ayuntamiento con una remanente de más de 100 millones, no tiene reparo alguno en gastar el dinero de los benalmadeses en gastos superfluos que ni son necesarios ni urgentes”. En sentido, el socialista aludió a la compra de banderas por casi 50.000 euros, “que además el alcalde dedica y firma de su puño y letra, mancillando este símbolo de Benalmádena”, la subvención directa nominativa de 4.119,80 euros al Obispado para que repare el reloj de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán Benalmádena pueblo “sin ni siquiera conocer previamente cuánto costará el arreglo y teniendo en cuenta que la Diócesis de Málaga contó el pasado año con un presupuesto superior a los 25 millones de euros” o los 20.000 euros que “han gastado en construir una especie de muro en la Avenida Alay, que deberán demoler en unos meses” y lamentó “lo caras que nos van a salir a los benalmadenses las políticas de la derecha”.