Las empresas benalmadenses de jardinería, los viveristas, socorristas y el sector del alquiler vacacional, entre otros afectados por las restricciones al agua impuestas por la Emergencia por la sequía, ven inviable su trabajo y alertan de un “despido masivo” de trabajadores que afectará “a miles de familias en la provincia de Málaga”. La situación es tan crítica que ya planean una manifestación, cuya fecha harán pública en breve y a la que solicitan que se unan todos los sectores profesionales a los que la normativa por la sequía esté afectando de forma directa o indirecta.
El sector de la jardinería lleva desde octubre sin poder regar lo que ha provocando que “se pierdan la inmensa mayoría de las zonas verdes y ajardinadas de Benalmádena”, a excepción de las ubicadas en zonas hoteleras, que tienen permitido el riego.
La imposibilidad del llenado de piscinas hace también tambalear las contrataciones de socorristas ante una época estival con piscinas vacías. Las empresas dedicadas a la venta de plantas, como son los viveros, también están siendo duramente castigadas por las restricciones impuestas, pues ya no es que no tengan posibilidad alguna de recuperar las pérdidas sino que, tal y como indican los profesionales consultados, “ni siquiera vamos a acercarnos a las ventas realizadas en anteriores años”.
Frente a este trágico panorama, las alternativas planteadas hasta la fecha para paliar las secuelas de las restricciones de agua con motivo de la sequía, según alertan los afectados, “pueden ser válidas para los ayuntamientos, pero no lo son para el sector privado en tanto que el agua regenerada o de pozos, por ejemplo, es inaccesible para las empresas”.
Aunque este medio les ha pedido opinión sobre la sustitución por césped artificial que se está realizando en las rotondas de Benalmádena como “medida de ahorro de agua”, han rehusado manifestarse al respecto de esta medida que ha sido muy criticada en el Simposio internacional sobre el cambio climático celebrado en la Casa de la Cultura.
Al margen de este punto, uno de los jardineros con el que ha hablado este periódico critica que “hay una gran diferencia frente a otros sectores y es que mientras que en otros casos se trata de reducciones del uso de agua a nosotros nos supone el 100% de la restricción al agua”.
Además, también subrayan que, en concreto, el sector de la jardinería viene haciendo los deberes porque “sabe las consecuencias de la sequía” y lleva años aplicando practicas más sostenibles, con riegos optimizados y con el uso de especies menos exigentes o adaptadas al clima. “Si comparas un jardín de hace 20 años con uno actual no tienen nada que ver. Aun habiendo hecho los deberes nos han cerrado el grifo”, denuncia uno de los empresarios benalmadenses.
A las secuelas económicas hay que sumar las medioambientales, ya que al disminuir las zonas verdes en Benalmádena por falta de riego, “se verán afectadas las temperaturas y la sequía se agravará a largo plazo”.
Estos profesionales han solicitado al Ayuntamiento de Benalmádena su “intervención urgente” para exigir ante la Junta de Andalucía “un reparto equitativo de los recursos hídricos” y así evitar la pérdida de puestos de trabajo y secuelas medioambietales.
Precisamente, este lunes han mantenido una reunión con el alcalde, Juan Antonio Lara, y concejal de Agua, Juan Olea, en la que el primer edil manifestó su “solidaridad y apoyo” con todos aquellos sectores que, “directa o indirectamente” se están viendo afectados por esas restricciones. Y es que, las empresas de mantenimiento y abastecimiento de productos para piscinas también están viendo una reducción en su facturación de nada menos que el 70% al haber coincidido el decreto autonómico con el inicio de temporada.
Los afectados ante la falta de “soluciones reales” preparan una multitudinaria manifestación ante una situación que es calificada como “crítica” y en la que no están respaldados por ningún tipo de ayuda al sector, ni a los autónomos, por una situación en definitiva, “consecuencia de las decisiones de la Administración pública”.
No obstante, más allá del apoyo económico, su mayor reivindicación es una modificación urgente del plan especial de sequía para flexibilizar las restricciones totales que gravitan sobre el riego, que están a punto de llevarles a la ruina.