El próximo mes de junio se vence en Benalmádena el contrato con Aqualia, actual concesionaria del servicio del agua -participada por Grupo de servicios ciudadanos FCC (51%), nueva concesionaria, por cierto, de la recogida de basura en Benalmádena, y por el fondo ético australiano IFM Investors (49%)- y desde Vox denuncian la “falta de gestión” al respecto por parte del Gobierno local, “mientras los benalmadenses se enfrentan a altas tarifas, infraestructuras obsoletas y problemas de calidad en el suministro”.
En este sentido, Amann ha señalado que “el equipo de gobierno lleva casi dos años en el poder y todavía no ha avanzado en la licitación de una nueva concesión para la gestión del agua. Prometieron realizar un estudio sobre la gestión de los últimos 25 años, convocar una mesa de trabajo con los grupos políticos y realizar una auditoría para garantizar un proceso transparente, pero nada de eso se ha hecho”.
Así las cosas, advierte de que “retraso en la gestión podría desembocar en la necesidad de aprobar una prórroga extraordinaria que mantendrá una concesión ventajosa para la empresa actual, pero que en nada beneficia a los vecinos”.
Además, Amann ha criticado que “las condiciones actuales no incluyen inversiones esenciales para mejorar el saneamiento ni el reemplazo de tuberías que llevan en uso más de 50 años”. En este punto, critica que mientras los vecinos hacen frente a la subida en el recibo del agua “esta tiene tanto contenido en cal que obliga a consumir agua embotellada”.
Amann valora que “en vez de garantizar un servicio de calidad, el Partido Popular de Juan Antonio Lara está demostrando una preocupante dejadez” y pone sobre la mesa la urgencia de que “se tomen en serio este problema y actúen con urgencia para mejorar la calidad del agua, modernizar las infraestructuras y garantizar un suministro eficiente”.
Desde este partido político se exige que la licitación el próximo mes de junio se realice con “total transparencia y con las condiciones que prioricen tanto la calidad del servicio como la mejora de las infraestructuras”, tanto de abastecimiento como de saneamiento.
A juicio de Amann, “nos quedan seis meses y no podemos seguir esperando a que el Partido Popular decida actuar. Los vecinos merecen un servicio eficiente y una gestión responsable, que no dependa de intereses partidistas ni de la desidia del equipo de Gobierno de Benalmádena”.