La aprobación en solitario del Gobierno local de mayoría absoluta del PP de la transformación de la tasa de abastecimiento y alcantarillado en una prestación patrimonial de carácter público no tributario y la actualización del IPC anual al 3,4%, ha provocado que los grupos de la oposición vuelvan a pedir la apertura del debate en torno a la posibilidad de retomar la gestión municipal del agua en Benalmádena.
Mientras el concejal de Agua, Juan Olea, defendió en el Pleno extraordinario que esta actualización “se ha realizado desde la responsabilidad y con la premisa de que vamos a seguir siendo una de las ciudades de nuestro entorno con la tarifa más baja en concepto de agua”, la oposición la califica como una subida “encubierta” del precio en este servicio.
En concreto, el portavoz de IU-Podemos, Pablo Centella, asegura que “este cambio no es obligatorio hacerlo ya y máxime porque llega en el peor momento”, ya que en unos meses expira el contrato con la actual adjudicataria.
Sobre Aqualia -participada por Grupo de servicios ciudadanos FCC (51%), nueva concesionaria, por cierto, de la recogida de basura en Benalmádena, y por el fondo ético australiano IFM Investors (49%)-, Centella desgranó que “la mayoría de los beneficios del pago del agua de los benelmandeses se van a México y a fondos de inversión australianos, que es donde esta empresa tiene sus accionistas mayoritarios. Deberíamos estudiar con urgencia si esos beneficios se pueden quedar en Benalmádena y revertir en mejoras en nuestro municipio”.
Además, aconsejó al PP que “deben decirle la verdad a los benalmadenses, que verán en sus recibos del agua tres subidas puesto que a la que ha aprobado el Gobierno de Juan Antonio Lara en el Pleno hay que sumarle la que impulsó el PP en la Mancomunidad, y lo que va a suponer la aplicación del canon de mejora”, denunció Centella.
Por su parte, Joaquín Amann, de Vox, coincidió con Centella, y alertó que “este cambio a precio público puede traer consigo importantes repercusiones a los vecinos en su recibo del agua ya que ahora será más fácil aplicar subidas” y además, puso el acento en que “el momento en el que lo están haciendo -en referencia al PP- es preocupante porque justo se acaba el contrato con la empresa que lleva el servicio en Benalmádena y se tienen que preparar las licitaciones”. Además, destacó sobre el canon que “si en 25 años no se han hecho obras de mejora en las infraestructuras no es culpa de los vecinos, sino de los políticos que han gobernado”. El portavoz de Vox concluyó: “Yo no creo en las casualidades y esto tiene pinta de preparar el camino para una subida desorbitada de la subida del agua”.
El líder de la oposición, el socialista Víctor Navas, que hizo las cuentas, explicó cuánto será el tanto por ciento que tendrá que soportar la ciudadanía con “esta subida encubierta que van a aprobar de tapadillo, sin decir absolutamente nada, mientras anuncian a bombo y platillo la bajada de impuestos que sólo afectan a sectores muy minoritarios de la población”.
Así, según los cálculos del PSOE, la aplicación de las tres subidas supondrá que para un recibo medio de 30 metros cúbicos, por el que actualmente se paga unos 51 euros, el vecino acabará pagando 65 euros. Lo que supone una subida del aproximadamente el 30%, que será efectiva a partir del próximo 1 de enero.