El alquiler turístico devora Benalmádena. Ya lo alertaba Ole Benalmádena a inicios de este año en función al desmesurado número de nuevas certificaciones favorecidas por el Ayuntamiento de nuestro municipio. Ahora, IU también pone el acento sobre este asunto y aporta los datos actualizados por la Junta de Andalucía, que revelan que los pisos turísticos ya suman más del 65% del total de los alojamientos a los que pueden acceder quienes visitan Benalmádena.
En concreto, exponen que en la actualidad existen 55.967 plazas de alojamiento distribuidas de la siguiente forma: 13.724 corresponden a establecimientos hoteleros, 5.787 en apartamentos turísticos, 24 plazas en casas rurales y 36.432 en viviendas turísticas.
La formación de izquierdas resalta que el alquiler turístico en Benalmádena es “absolutamente desorbitado y está descontrolado” y que desde mediados de mayo hasta el día de hoy “ha crecido en 432 viviendas, sumando 1991 plazas de alojamiento en tan solo dos meses y medio”.
A su juicio, “hay que detener esta barbaridad que está influyendo de manera determinante tanto en el precio de la vivienda en alquiler que se está volviendo imposible, no ya para familias de salarios bajos también para familias con salarios medianos y totalmente imposible para una juventud que tiene que buscar vivienda en pueblos cercanos del interior”.
Del mismo modo, denuncian que esta situación está provocando “una competencia desleal con los establecimientos hoteleros que son los que generan empleo” y resalta que los datos expuestos solo se refieren a los establecimientos con licencia, a los que cabe sumar aquellos que se ofertan sin contar con la pertinente autorización, “que no son pocos”.
La realidad es que cuanto más necesario es vivir de alquiler por larga temporada en Benalmádena, más difícil es conseguirlo. Este es el pan de cada día de familias benalmadenses y trabajadores con empleos en nuestro municipio. Y es que, si el mercado del alquiler ya sufría un desequilibrio enorme, con muchos inquilinos y pocos pisos para alquilar, la subida generalizada de precios y la primacía del alquiler turístico hacen ‘misión imposible’ encontrar un piso en alquiler anual a precios razonables.
