Varios vecinos de la zona de la avenida de Mare Nostrum, avenida del Atlántico, calle Palmito, Yucas y alrededores, vienen alertando de la aparición de picudo rojo en las palmeras, un coleóptero barrenador que vive y se alimenta en el interior de las palmeras, de tal manera que las larvas excavan galerías debilitando al ejemplar llegando a causarle la muerte.
Aunque no está categorizada como una plaga de cuarentena por la Unión Europea, el riesgo de contagio entre palmeras es muy alto con el consiguiente peligro de pérdida de ejemplares en ocasiones con valor histórico y otras ornamental, así como el riesgo que supone para las personas en espacios de uso público, por lo que tanto particulares como Administraciones públicas deben prestar especial atención al objeto de detectar este problema a tiempo.
De hecho, Benalmádena padeció años atrás este problema que arrasó con un número considerable de palmeras de la especie Phoenix Dactylifera y Canariensis, debido a lo cual se viene apostando por la incorporación de otras más resistentes a la plaga del picudo rojo, como la palma de abanico, la Washingtonia y el palmito o palmera enana.
Curiosamente, hace unos días, el Ayuntamiento anunciaba en sus redes sociales la tala de 4 palmeras por “peligro de caída inminente” en la avenida Antonio Machado y Las Palmeras al haber sido detectados “serios problemas” que no entra a especificar, pero sí explica que ante la imposibilidad de trasplantarlas van a ser sustituidas. Esto último ha llevado a pensar a los vecinos si quizás pudieran haber sido atacadas por el picudo rojo, que, tal y como se muestra en las fotografías que nos han remitido a este medio, campan a sus anchas por el entorno poco después de que se ejecutaran las nuevas plantaciones de palmeras en la avenida que lleva su nombre. Una plantación que se realizó a finales del pasado mes de mayo con el objetivo de incrementar el patrimonio arbóreo existente en la ciudad reponiendo aquellos que se han ido perdiendo desde hace años.
En el pasado Pleno de julio, el grupo municipal socialista preguntó sobre este asunto a petición de los vecinos. Y es que, la aparición de este insecto ha llegado al poco de realizarse en la zona la plantación de varias palmeras por lo que cabe la duda de si pudiera ser que las mismas vinieran infectadas, una circunstancia que podría haber sido difícil de detectar en ese momento puesto que en las primera fases, las larvas pueden estar escondidas en las hojas y tronco, por lo que sin inspección serían imperceptibles a primera vista.
Además, los socialistas también exponían en la sesión plenaria que la plantación de las palmeras “no ha respetado las mínimas normas de accesibilidad, volviendo a dejar espacios de 80 centímetros de ancho en el acerado, lo que incumple la actual Ley de Accesibilidad”. Para saber la respuesta habrá que esperar a que el Gobierno local lo haga por escrito como indicó en el Pleno.
Origen del picudo rojo
Los expertos coinciden en que la llegada de este escarabajo a nuestro país comenzó a causa de la importación de palmeras procedentes de Egipto. Parece ser que el primer foco español se dio en Almuñécar en 1994 y en aquella ocasión, la plaga afectó a muy pocas palmeras, así que el problema no fue tan relevante.
Sin embargo, a partir del año 2000 aumentó el volumen de las importaciones por la construcción de campos de golf, de urbanizaciones y domicilios particulares con amplios jardines. No en vano, en aquel entonces era un negocio muy interesante y lucrativo, porque aquellos países vendían a precios muy baratos, pero por culpa de estas importaciones masivas se introdujo el picudo no sólo en España, sino también en otros países del Mediterráneo como Italia o Portugal.