Los vecinos, empresarios y sector hotelero afectado por la remodelación de la avenida Alay han mantenido una reunión con el alcalde, Juan Antonio Lara, y el edil de Vías y Obras, José Luis Bergillos, en la que han solicitado, entre otros, la apertura, aunque sea parcial, del vial que es además el acceso al Puerto Deportivo de Benalmádena.
El primer edil se ha comprometido a dar respuesta a “todas las reivindicaciones” provocadas por una obra que, según criticó, “dejó sin terminar el Gobierno anterior”. Sin embargo, este reproche no se ajusta a la realidad de las fechas, pues las obras de la avenida Alay, -con un período de ejecución de 9 meses-, se iniciaron el 15 de septiembre del pasado año. De hecho, deberían haber comenzado en abril de 2022, pero precisamente por la presión del sector turístico arropado por el PP, en aquel momento en la oposición, el Gobierno anterior (PSOE-IU) aplazó el inicio de los trabajos para evitar la coincidencia con la época estival.
Esta remodelación parecía cumplir los plazos de ejecución y su inauguración estaba prevista a mediados del pasado mes de junio. Pese a ello, su apertura se ha visto frustrada, según indicó el Gobierno local del PP por “graves problemas de accesibilidad”, de los que también culpan a sus antecesores en la gestión municipal.
A este respecto, el líder de la oposición, el portavoz del PSOE, Víctor Navas, recuerda que el proyecto técnico “tiene un redactor, una dirección técnica, y un coordinador municipal, además de estar visado por el colegio de arquitectos y contar con todos los informes sectoriales favorables. ¿Ninguno alertó de estos problemas de accesibilidad?»
En este sentido, el PSOE ha solicitado por escrito al Gobierno local los informes de la dirección facultativa de las obras, así como de la dirección y coordinación técnica municipal e informe del proyectista del estudio técnico donde “mencionen los problemas de accesibilidad- si existen- y justifiquen los atrasos de las obras con motivo de los mismos”.
Por otro lado, entre las reivindicaciones vecinales y de los comercios, según se refleja en la nota de prensa enviada por el Ayuntamiento, también se encuentra el “malestar por los desniveles que se observan en algunos puntos de la vía, que no hay zonas habilitadas para carga y descarga, tampoco un lugar para que paren las ambulancias, salidas de los vehículos de sus aparcamientos con un salto grave y la ausencia de una parada exclusiva para autobuses”.
El alcalde, que insiste en que “la obra tenía que haberla terminado el Gobierno anterior”, -desconocemos la razón de la persistencia en esta afirmación pues la fecha de inicio y período de ejecución son públicas y no existe motivo de confusión- se ha comprometido a dar solución a todas las peticiones. Y es que, según manifestó Lara “dábamos por sentado que estaba todo bien hecho, pero es una evidencia que no ha sido así”.
Desde Vías y Obras, el concejal aclaró que se plantean subsanar algunos de esos desperfectos en los modificados, algunos relacionados con la necesidad de instalar más barandillas y otros con cambios en la solería.
Respecto a la posibilidad de la apertura parcial del vial, Bergillos se ha comprometido a agilizar los trámites, pero explicó que para lograrlo es necesario que estén tramitados los modificados de los trabajos.
“La obra tiene que terminarse y se tiene que abrir, haremos el resto de actuaciones y solucionaremos los problemas existentes con fondos propios, operaciones una a una, porque cada afectado tiene un problema diferente a causa de esta obra”, aseguró Bergillos.
Por su parte, los empresarios también critican no haber recibido ayudas mientras se estaban realizando los trabajos. El alcalde les aseguró que él ya las solicitó al Gobierno anterior cuando estaba en la oposición. No obstante, al buscar el acta del pleno municipal en el que se aprobaron inicialmente estas ayudas para los comercios afectados por la remodelación de Alay, queda constancia de que el PP no votó a favor de las mismas, -se abstuvo junto con Ciudadanos y Vox- y en la actualidad, tampoco ha informado de si va a impulsar nuevas cuantías económicas o a continuar con la línea aprobada inicialmente en la sesión plenaria celebrada en septiembre de 2022, justo cuando se iniciaron las ahora polémicas obras.
Según aseguran fuentes municipales, estos vecinos también trasladaron a Lara que se sienten “engañados” por la pérdida de plazas de aparcamiento, y que desconocen la contraprestación por dicha cesión. También consideran un peligro una de las escaleras de la nueva vía, “en la que ya se han registrado caídas y tropiezos graves”.