¿Quién es capaz de reunir un jueves de invierno en Benalmádena, a las nueve de la noche, a más de 150 personas para ver una película iraní en versión original? Solamente, el cine club Más Madera. Esta asociación cultural benalmadense lleva 30 años haciendo magia, pero de la verdadera, de la que está en los momentos inesperados y sorprendentes, esa magia que tienen las películas que te permiten mirar a través de otros ojos, que te entristecen, te emocionan, te hacen gritar, reír o suspirar…
El cine club Más Madera, según cuentan miembros de su directiva a Ole Benalmádena, nació en el seno de un grupo de aproximadamente veinte amigos que se quedaron con el gusanillo del gusto por el séptimo arte que les dejó la desaparecida Semana Internacional del Cine de Autor de Benalmádena (Sicab). Gracias a ella descubrieron el cine de autor transgresor, el que burló la censura franquista y, que por una semana, convertía a Benalmádena en el colofón de referencia en el panorama cinematográfico del continente, en un ventanal de aire fresco hacia la libertad que además de proyectar al público general otro tipo de cine, -el prohibido-, también logró enseñarle otra forma de ver la vida.
Una vez desaparecida la Sicab dejó un gran vacío, pero también sembró una semilla que ha dado vida a distintos eventos y asociaciones culturales que perduran hoy día, como es el caso del cine Club Más Madera.
Hace 30 años, según cuentan a Ole Benalmádena, “era imposible ver una película de autor en Benalmádena simplemente porque no llegaban”, y este grupo de amigos decidió organizarse para impulsar la proyección de películas que, están fuera del circuito comercial, “ y son muy buenas.. te remueven por dentro”.
Siempre han proyectado en versión original subtitulad porque indican que “los doblajes eran grandes cómplices de la censura y todo lo relacionado con adulterio, homosexualidad, prostitución y por supuesto aquellos referentes al propio régimen franquista, eran suprimidas y cambiadas por otras frases que nada tienen que ver con el guión original”.
Es una entidad sin ánimo de lucro con pérdidas, pero con gran rentabilidad para las más de 150 personas, de distintas nacionalidades, que se reúnen cada jueves para ver una película de esas poco conocidas ,y encima en versión original subtitulada, que a veces te hacen salir de la Casa de la Cultura riendo a carcajadas y otras, llorando a moco tendido porque las películas que proyecta Más Madera son de las que no te dejan indiferente, de esas que te revuelven el alma. Quizás éste sea el secreto de que enganche tanto al público: el saber que cuando termines de ver el film, te sientes vivo. Te permite, como diría Aristóteles, hacer catarsis, uno de los fines morales de la tragedia que, según la definición clásica, consiste en una purificación emocional, espiritual, mental y corporal, que se produce cuando el espectador logra descargar sus propias pasiones al verlas proyectadas en los personajes de la obra.
En estos treinta años, benalmadenses y foráneos han disfrutado de 870 películas de calidad –con un total de 88.000 espectadores- en la Casa de la Cultura gracias al cine club Más Madera.
Y estos años también han dado para muchas anécdotas. Nos cuentan que les llegaban películas cambiadas -pedían la primera parte y por ejemplo, les llegaba la segunda-, se rompían los focos, las cintas salían ardiendo…incluso, en una ocasión que estaban arreglando el tejado de la Casa de la Cultura, empezó a llover y se llenó todo de goteras, o cómo usaban la pared de la casa de al lado para proyectar algunas películas… en una ocasión, Más Madera, -que trabajaba a través de la ya desaparecida federación andaluza de cine clubs-, trajo una película independiente de un director cordobés. Cuando estaban cobrando las entradas,-dos euros para socios y tres para no asociados- apareció de repente un señor “muy enfadado y nos dijo que era el productor y director de la película y que no la podíamos poner porque había un litigio abierto con la distribuidora y se habían depositado todas las cintas en la filmoteca de Andalucía en depósito, hasta que se solucionara el conflicto”.
Los miembros de la asociación se quedaron fríos, pues si ya era raro que el director de aquella cinta, desconocida para la inmensa mayoría de los mortales, se hubiera enterado de que la proyectaban en Benalmádena, más extraño aún era que le hubiera dado por hacerse el viaje desde Córdoba para impedir el «estreno» en la Casa de la Cultura.
La sala, como de costumbre, estaba de bote en bote y, “el director al observar el número de espectadores -seguramente la cinta nunca contó con un auditorio de tal calibre- no solo permitió que la proyectasen sino que salió al escenario a presentarla ante la ovación de los presentes”.
Aunque en Benalmádena no hay ninguna sala de cine comercial en la actualidad, “el que quiere ver una película de este tipo pues lo tiene bien fácil porque están las grandes salas de cine en localidades vecinas o en la provincia y las distintas plataformas de internet, pero también hay otra parte en el cine; la humana, la cultural, y esas películas no están al acceso de todos”, nos explican desde la asociación.
Hay mucho cine que no llega al mercado español, son buenas películas que pasan de puntillas para el público general aunque hayan sido incluso galardonadas en certámenes con renombre, y son esas las que se estrenan en la Casa de la Cultura a través de Más Madera. La entidad cultural, con más de 700 socios –quienes solo tienen que pagar una única cuota inaugural-, puede presumir además de su continuidad en el tiempo, de contar con un público fiel que acude cada jueves a las 21.00 horas a su cita obligada con el cine en versión original.
Además, también colaboran con otras asociaciones culturales de la ciudad como con el Ficcab, en el que patrocinan el premio Mejor Cortometraje malagueño o con el Ateneo Libre, con quien este año han empezado a desarrollar cine fórum. De hecho, el próximo será el día 24 y girará en torno de la celebración del décimo aniversario del fin del terrorismo en España. Incluirá proyecciones de películas relacionadas con el tema y la visita de figuras como el periodista Luis Rodríguez Aizpeolea y Jesús Eguiguren.
Dentro de su programación han conjugado el celuloide y la música en directo, una fusión que ha hecho las delicias del público asistente a través de la experiencia de ir al cine pero reclamando la atención en las melodías de unos músicos tocando en directo, en comunión con cada fotograma, en una especie de gran teatro visual.
También impulsan el cine dentro de la programación de la Semana Flamenca de Benalmádena, donde en la presente edición proyectarán Menese, una película que muestra el retrato de un artista libre, indomable, que amaba el flamenco por encima de todo. Y tampoco se olvidan de la parte más didáctica del celuloide y organizan proyecciones diurnas en centros educativos de Secundaria de la ciudad.
Por su parte, la Biblioteca Pública Arroyo de la Miel ha organizado para el 26 de noviembre una charla tertulia para festejar el 30 aniversario de la asociación cultural, una cita en la que se hará un repaso a la trayectoria del Cine Club, contando tanto con miembros fundadores como con la actual junta directiva de uno de los buques insignia de la cultura en Benalmádena.
Y desde Ole Benalmádena, les iremos informando en la sección Cartelera de las próximas citas cinematográficas propuestas por esta asociación para la noche de los jueves. Eso sí, tengan mucho cuidado porque el cine club Más Madera crea una sana adicción.