Las máquinas en las que la empresa municipal Provise gastó hace un año 35.404,60 euros de las arcas públicas para, según aparece en la justificación de la compra, entre otras, prevenir la legionella y otras bacterias en los colegios e institutos de Benalmádena, siguen creando debate en los plenarios. Y es que, meses después de la instalación de esta maquinaría, se detectó un positivo en legionella en el CEIP Mariana Pineda.
El PSOE viene solicitando al Gobierno local la elaboración de un informe por parte de los técnicos municipales, que aporte luz sobre este asunto que ha creado tanta polémica y aclare “la idoneidad de estos aparatos, si están funcionando correctamente o no, y si cumplen con las especificaciones de la contratación”, puesto que ante el positivo en legionella y la falta de información, temen que se haya comprado una maquinaria “sobre dimensionada a las necesidades de los centros educativos y por tanto, la ciudadanía haya pagado un precio más elevado del necesario”, a tenor de que cada aparato ha costado a las arcas públicas más de 2.800 euros, sin incluir el IVA ni la instalación y sin sumarle lo que supondrá el mantenimiento.
Finalmente, parece que la insistencia de los socialistas no ha caído en saco roto y en la sesión plenaria de ayer, el concejal de Empresas Municipales, José Miguel Muriel, anunció que “ya hemos encargado una auditoría, con un contrato de 7.800 euros, para que se quede tranquilo”- en referencia al líder de la oposición, el socialista Víctor Navas-.
Sin licitación pública
Mientras se elabora el informe técnico, lo que queda claro hasta la fecha, según la documentación a la que ha tenido acceso este medio, es que la compra se realiza a dos empresas distintas el mismo día y por un importe idéntico de 17.702,30€, impuestos incluidos, evitando así una licitación pública con la pertinente concurrencia de los negocios que así lo vean oportuno.
Aclarar que se trata de dos tipos de aparatos comercializados con nombres diferentes (a los que denominaremos A y B, por no hacer publicidad) -pero cuyo precio es el mismo en las dos empresas: 2.850 euros cada máquina A y 2.890 cada B, -sin IVA ni coste de instalación- y la función de ambas es a grandes rasgos similar, mejorar la calidad del agua de una manera ecológica, desinfección y eliminación de bacterias.
La que hemos llamado máquina A por no hacer publicidad del producto, es un sistema que sirve para producir ozono (coge oxigeno del aire, lo convierte en ozono -que es oxigeno activo-, que reacciona con la suciedad y bacterias, eliminándolas), “que es inocuo, no deja residuos químicos, previene enfermedades y elimina el 99,6% de virus y bacterias -incluida la legionella-, protegiéndonos del riesgo de contaminación por patógenos y microorganismos peligrosos”, entre otros beneficios.
Por otro lado, la que denominamos máquina B, elimina el aire del agua haciendo que “desaparezca el 99,9% de las bacterias aerobias y el 100% del plomo, suaviza el sabor y el olor del cloro disuelto en el agua, contiene perlas de Ópalo para tratar el agua de bacterias multi-resistentes como pseudomonas, legionella y écoli, atrapa parásitos, arena, algas y micro plásticos del agua y también elimina la cal”.
Precisamente la gerente de Provise justificó la necesidad de la compra en que estos aparatos, entre otros, porque “tratan bacterias multirresistentes como pseudomonas, legionella y E. coli, llevan un filtro de malla de 20 micrones que atrapa parásitos, arena y algas, también contienen un filtro PF para atrapar micro plásticos y una fase magnética formada por 4 imanes que crean un campo magnético para desincrustar metales pesados existentes en el agua y la cal de las tuberías”.
Asimismo, la gerente aseguraba también que las máquinas A, se amortizarán con el ahorro en productos de limpieza. Un dato que quizás podremos comprobar cuando se haga pública la auditoria.
Eso sí, estos aparatos nada tienen que ver con el mantenimiento y conservación de los aljibes de centros educativos y edificios municipales. Para tal fin, el Ayuntamiento ha impulsado un contrato mayor para abarcar todos los aljibes municipales en base a los requisitos sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis, una norma actualizada hace poco, que establece que la periodicidad para efectuar las operaciones de limpieza y desinfección de los sistemas de agua se realizará como mínimo una vez al año.