Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la operación Itacro 4 desarrollada en la provincia de Málaga, han desarticulado un grupo criminal itinerante dedicado a la comisión de robos con fuerza en viviendas habitadas. Han detenido a cinco de sus integrantes, cuatro mujeres y un hombre, uno de ellos menor de edad, utilizado por la red para cometer los robos.
Tras la judicialización de la investigación dirigida por el Juzgado Número Cuatro de Torremolinos, la Policía Nacional culminó el operativo el pasado mes de marzo con dos registros, uno en Benalmádena y otro en Oliva (Valencia) y la detención de cinco de sus miembros, así como la recuperación de gran cantidad de efectos procedentes de las sustracciones, tales como joyas, bolsos, dinero en efectivo y otros efectos valorados en más de 200.000 euros, todos procedentes de sustracciones en localidades de Madrid, Burgos, Valencia y Málaga, diversas monedas extranjeras, documentación falsa -con la que se desplazaban los integrantes de la célula-, así como la documentación verdadera de los detenidos.
Todos los detenidos están acusados de los delitos de robo, pertenencia a organización criminal, falsedad documental y contra la seguridad del tráfico.
A esta red se le atribuye su participación en, al menos, 35 delitos de robos en viviendas habitadas en distintas zonas de España. Sus integrantes pertenecen a un clan que está considerado como uno de los grupos, a nivel europeo asentado en España, con mayor actividad delincuencial, dedicado a la comisión de robos con fuerza en vivienda habitada, siempre por el procedimiento del resbalón.
Este método consiste en forzar la puerta de la vivienda cuando no se encuentra cerrada con llave, haciendo uso de un plástico duro o destornillador que introducen en la ranura de la puerta, ayudándose generalmente de productos como jabones o aceites, que disminuyen la fricción y el rozamiento, facilitando la apertura.
La organización actuaba de forma itinerante por toda España y para sus desplazamientos utilizaban vehículos de alquiler, hospedándose en viviendas previamente seleccionadas y para las que aportaban documentación falsa. Actuaba principalmente en horario diurno, aprovechando la ausencia de moradores y el botín se centraba en la sustracción de artículos de lujo, joyas y dinero en efectivo.