Los miembros del Club de Lectura Ben-al-Arte han visitado, dentro de su agenda de actividades, la Casa Gerald Brenan ubicada en el municipio vecino de Churriana.
La Casa Gerald Brenan es un centro de encuentro cultural, que abrió sus puertas a finales de 2014, cuyo objetivo consiste en fomentar las conexiones entre artistas anglosajones y los españoles. Se encuentra en la que fue la propia casa del escritor, que adquirió en 1935 y conservó hasta 1968, año en el que fallece su esposa y también escritora, la norteamericana Gamel Woosley.
Durante su estancia allí, cultivó amistades tan interesantes como los escritores Hemingway o Julio Caro Baroja, que también se movieron por esta zona malagueña.
Los benalmadenses pudieron visitar las dependencias de la casa recibiendo las oportunas explicaciones por parte de la persona encargada de su custodia.
De este modo, pudieron conocer la situación original de la casa, su antigua distribución de espacios, la vida social y cultural que se desarrolló entre sus paredes y también algunas anécdotas de la época, cómo se vivió entre sus paredes los inicios de la guerra civil en Málaga, así como su cometido en la actualidad con su orientación cultural para el desarrollo de encuentros, presentaciones de libros o conferencias.
Por otro lado, los miembros del Club de Lectura Ben-al-Arte aprovecharon la visita para comentar en sus dependencias el libro que habían leído en este mes, Al sur de Granada, obra que Gerald Brenan escribió cuando residía en esta casa y que se publicó en el año 1957.
La obra recoge las vivencias del autor a lo largo de los quince años (entre 1920 y 1935) que vivió en el municipio de Yegen, en La Alpujarra.
Respecto a esta obra, la asociación cultural benalmadense explica que Brenan, con esta obra, “que podríamos catalogar entre estudio antropológico o etnológico, incluirla en el apartado de memorias e incluso como crónica de viaje”, describe con minuciosidad cómo era la ubicación del municipio en el que tuvo su casa y los de los alrededores; las precarias redes de comunicaciones entre los diversos pueblos y de estos con las capitales de Granada y Almería.
Asimismo, el autor ahonda en las dedicaciones laborales de sus vecinos, principalmente a la agricultura, que mantenía las costumbres ancestrales ajenas a los nuevos avances; la estructura social de la comunidad con el importante papel que jugaban los caciques, tanto en la vertiente política como en la familiar, que condicionaba sobre todo a las familias más pobres; las costumbres y rituales que regían la vida de sus habitantes entre los que aparecen hechiceros, brujas, curanderas; la organización de ciertas celebraciones como bautizos, bodas (incluidos los protocolos de cortejo y noviazgo), los entierros, las celebraciones religiosas; las referencias culturales, entre otros.
“Queremos dar las gracias a la dirección de la Casa Gerald Brenan y a la persona que atiende a los visitantes, por permitirnos poder conocer y disfrutar de estas instalaciones, y poder comentar una obra en el mismo lugar en el que fue concebida por su autor”, han comentado desde la coordinación del Club de Lectura.