Los estudiantes benalmadenses volverán en septiembre a unas aulas aún más masificadas y en muchos casos, ubicadas en bibliotecas, salas de informática, música o laboratorios, o simplemente prefabricadas en los patios de recreo de los centros educativos de Benalmádena, en los que también se ven obligados a incluir cursos de Educación Primaria en los edificios de Infantil, instalaciones adaptadas para los más pequeños y que cumplen horarios diferentes. La ecuación no es complicada: el último centro educativo construido en Benalmádena se inauguró en 2008 y la población empadronada en edad escolar no para de crecer.
Precisamente las Ampas llevan años alertando de esta problemática. La última vez fue en mayo a través de Ole Benalmádena y esta mañana, el lastre de la falta de espacio ha vuelto a protagonizar la última reunión del Consejo Escolar Municipal del curso 2021-2022 en el que está representada toda la comunidad educativa, a través de los directores/as de los centros educativos del municipio, las Ampas y el propio Ayuntamiento.
La realidad es que han transcurrido 14 años desde que en el municipio se construyera el último instituto y, en ese tiempo la población ha experimentado un incremento en continua alza que, como era previsible, se ha topado con las limitaciones físicas de unos centros educativos en los que ya no cabe ni un alfiler.
Aunque se prevé la construcción de un nuevo colegio y un instituto, la fecha de inicio de las demandadas obras es incierta. De hecho, hoy mismo el alcalde, Víctor Navas, confirmaba que por parte de la Junta de Andalucía se sigue sin comunicar ninguna novedad respecto al estado de desarrollo de los nuevos centros educativos proyectados en Benalmádena.
“Seguimos sin tener conocimiento sobre el estado actual de los mismos, más allá de que ha salido a licitación la redacción del proyecto para la construcción del nuevo instituto en Retamar (Benalmádena Pueblo), y ni siquiera sabemos algo más del nuevo centro de Infantil y Primaria para el que pusimos a disposición de la Junta unos terrenos en Finca Doña María”, manifestó el primer edil.
Las Ampas de Benalmádena solicitaron meses atrás una reunión a la Junta de Andalucía para que, junto con los directores de los centros educativos y la Delegación municipal de Educación, “se trate la urgente necesidad sobre la construcción de estos nuevos centros educativos en Benalmádena, dado que cada año el censo del padrón de habitantes no para de subir y las ratios están ya desbordadas”.
Sin embargo, la petición de los vecinos fue desestimada por la Administración autonómica, un varapalo que no ha hecho que los representantes de padres y madres de alumnos se den por vencidos y “exigen una intervención extraordinaria de urgencia de cara a los cursos venideros hasta que se hayan construido los solicitados centros”.
A las Ampas se les está acabando la paciencia pues esta situación es un déjà vu que reviven año tras año y las medidas adoptadas por la Junta de convertir salas de música, laboratorios, bibliotecas o salones de actos en aulas improvisadas, a su juicio, “lo único que hace es provocar que los niños no avancen y no es un problema que haya surgido por sorpresa… ¿No ven que ya no queda más espacio que dedicar a las clases en los centros educativos actuales?”.
“Siguen pasando meses y años sin producirse avances significativos en ambos proyectos, y estimamos que será muy complicado que antes de 2025 dispongamos de un nuevo centro educativo en Benalmádena”, ha lamentado el alcalde, quien criticó “la falta de planificación” de la Administración competente.
Por su parte, el concejal de Educación, Pablo Centella, no se ha andado con paños calientes y ha anunciado que al estar para el próximo curso escolar las aulas saturadas, “nuestros institutos volverán a tener aulas prefabricadas, y los centros de Primaria se verán obligados a impartir clases con ratios de hasta 28 alumnos por aula, lo que demuestra la gran masificación que padecen”.
El concejal de Educación también ha detallado otros aspectos que se han abordado en la reunión de hoy, “como la convocatoria de subvenciones, los trabajos de mantenimiento que se abordarán en los colegios aprovechando el periodo estival (labores de pintura, desbroce…) o los datos de escolarización previstos para el curso 2022-2023”.