El Gobierno local de Benalmádena ha destinado 161.215,72 euros (impuestos incluidos) a la compra de maceteros con flores de plástico para decorar distintas calles y enclaves del municipio. Esta cuantía económica solo corresponde al suministro y montaje, puesto que la colocación de los maceteros de las plantas sintéticas -que han costado a razón de unos 154 euros de media cada uno- corre a cargo del propio Ayuntamiento.
En concreto, se han adquirido un total de 350 maceteros circulares de 60 centímetros que se fijarán en farolas y que contienen una decena de plantas artificiales variadas. En la actualidad, ya se han instalado 250 y se ha reservado el centenar restante para la zona de Benalmádena pueblo, a la espera de que finalicen las obras que comenzaron en noviembre del año pasado.
También se han comprado otros 700 pequeños maceteros vidriados, de diferentes colores y una sola planta de plástico, para colocar en pared. De estos, ya se han instalado la mitad, mientras que los restantes se irán poniendo “según se vayan recibiendo peticiones en Servicios Operativos”.
Al margen del coste de esta iniciativa a cargo del bolsillo de los benalmadenses, cuyo precio inicial de licitación ascendía 163.890,87 euros (impuestos incluidos), la oposición viene denunciando la política medioambiental del alcalde, Juan Antonio Lara, que, según critica el PSOE, “con tantos cambios de dirección solo evidencia la inexistencia de un modelo de ciudad más allá del despilfarro constante sin planificación ni objetivo”.
Desde la llegada de la mayoría absoluta del PP a la Alcaldía de Benalmádena, -recuerdan los socialistas- se ha pintado de color verde el césped natural de la zona del Puerto deportivo, se han talado palmeras en la avenida que lleva este nombre, se ha decretado la tala “injustificada” de centenares de árboles en parcelas públicas y privadas, se ha cambiado el césped natural por artificial en rotondas, medianas y otros enclaves, se han talado decenas de árboles en la playa naturista y en avenida Terramar Alto y cambiado la vegetación autóctona por especies propias del desierto.
Además, los socialistas acusan al Gobierno local de “esconder bajo las alfombras aquello que no recicla, convirtiendo distintas zonas de Benalmádena en vertederos autorizados por el Ayuntamiento”, en referencia a parcelas, espacios públicos y naturales en los que se acumulan unos 2.000 contenedores de plástico en desuso o escombros, basura y restos de poda, como es el caso, entre otros, del futuro parque Albaytar o la zona ubicada a las faldas del monte de Benalmádena.
