Si un negocio destinase todos sus beneficios a las personas más vulnerables, ¿cuál sería su rentabilidad?. El exitoso empresario malagueño Javier Gaspar tiene clara la respuesta: el beneficio es social. Bajo esta filosofía nace en Benalmádena La vida es bella, el primer gastrobar social de España. Ubicado en la calle peatonal Blas Infante, 8, este restaurante ofrece una llamativa carta que, según las opiniones publicadas en redes sociales por los clientes, «rebosa buen género rematado por postres caseros espectaculares», nacidos de la sensibilidad culinaria y acertada fusión de sabores de su chef Cristina, y de la profesionalidad y trato amable del equipo de camareros.
Esta sorprendente idea empresarial surge porque Javier Gaspar, siempre implicado en causas solidarias, tenía ganas de ir más allá y ayudar a los niños con algún tipo de necesidad, que entiende como “el eslabón más débil de la sociedad”. En todos sus negocios, -centrados en su mayoría en el sector inmobiliario y hostelero-, ya venía destinando una parte de los beneficios a fines solidarios, pero sentía la necesidad de apostar de lleno por un proyecto en el que a través del ocio y la gastronomía pudiera ayudar a los más vulnerables. La vida es bella es un negocio, a primera vista, como cualquier otro del ámbito hostelero pero con la nada desdeñable diferencia de que todo lo que ingresa repercute en distintas causas, sobre todo infantiles, como por ejemplo la Fundación Andrés Olivares (que ayuda a familias con niños enfermos de cáncer), Abab (que atiende a personas con cualquier tipo de discapacidad y a sus familias), Carmen Leyre (una niña con miopatía nemalínica) o el Vuelo de las libélulas (que apoya a familias de la ciudad con necesidades), entre otras asociaciones.
La vida es bella va más allá y también ofrece la opción a los clientes de dejar pagado un menú por cinco euros o un café por un euro, que después serán consumidos por personas sin recursos que acuden al local por oídas o bien derivados por Cáritas. Según explica la encargada del área lúdico-social, Maite Chacón, “ahora están viniendo de media tres o cuatro personas diarias a través de esta iniciativa del menú o café pendiente. Es fundamental que las personas tengan un plato de comida y gracias a la generosidad de nuestra clientela, pueden venir aquí y comer. Y si no nos queda ningún menú pendiente, de aquí no se van con el estómago vacío porque la empresa lo asume”. Ésta es una de las grandezas de este proyecto, el devolver la dignidad a personas, vecinos, que por distintas circunstancias como ha puesto en relieve la pandemia, se encuentran en situación de riesgo de exclusión social.
La carta que propone el gastrobar social benalmadense, -cuya labor desinteresada ya ha conseguido varios reconocimientos, entre ellos el de Ciudad con Alma– desborda creatividad a un precio inmejorable y los comensales pueden dar gusto al paladar con menús y platos de cocina de autor entre los que destacan las propuestas para veganos y vegetarianos. Además, si acudes acompañado de niños dispone de una coqueta zona lúdico-infantil dónde los más pequeños pueden entretenerse, mientras los mayores disfrutan de un rato de charla entre amigos.
Cenas y comidas de Navidad con sabor a solidaridad
Ahora que parece que la pandemia está concediendo una tregua y se han minimizado las restricciones, muchas empresas ya piensan en dónde celebrar las tradicionales comidas de Navidad. Sin duda, La vida es bella es la apuesta ganadora. A la par que aseguran una comida de calidad y a un precio muy competitivo, saldrán del gastrobar sabiendo que la cuenta íntegramente se destinará a una labor solidaria que repercutirá en asociaciones que trabajan con niños y jóvenes en peligro de exclusión social o con enfermedades graves.
Por ello, estas navidades no duden en hacer su reserva en este local, bien sea para disfrutar de un encuentro familiar o entre amigos, o para festejar con los compañeros de empresa en un ambiente agradable y con platos de gran calidad culinaria, sabiendo que están colaborando con los que más necesitan nuestra solidaridad.
Asimismo, este gastrobar social es el lugar idóneo para celebrar cumpleaños, comuniones o cualquier otra fecha especial pues dispone de un considerable espacio tanto interior como exterior en el que acoger a los amigos y familiares para pasar un rato inolvidable.
Es un lugar muy agradable con un personal muy comprometido por las causas sociales, cuentan con una oferta gastronómica variada, un local acondicionado para celebraciones, reuniones, comidas, menú semanal….
La solidaridad no tiene cantidad ni forma, todo cuenta.
Gracias a personas que dan, otras pueden recibir.
Es el lugar perfecto para todas las ocasiones, pareja, grupo de amigos, para los peques de la casa, para celebraciones…
El servicio es increiblemente profesional y la comida deliciosa.
Además colaboras en mejoras sociales que tanto hacen falta.
Tienes que ir y comprobarlo en persona.