La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro,-acompañada por el alcalde, Juan Antonio Lara- ha visitado esta mañana el Hospital de Alta Resolución de Benalmádena (HARE) al que califica como “un gran ejemplo y el escaparate de las mejoras en la atención sanitaria pública” en Andalucía, que está inmersa en un grave conflicto en el que la ciudadanía reprocha al Gobierno andaluz el incentivar la “agonía de la sanidad pública” para así impulsar la buena salud de la privada.
En el caso concreto del hospital de Benalmádena -adscrito al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga-, sindicatos y trabajadores han denunciado la reducción de la actividad quirúrgica y cierre de quirófanos, masificación en las consultas y falta de infraestructuras y espacios sin utilizar, que lo están convirtiendo en “en un simple ambulatorio”.
Sin embargo, Navarro defiende que “cuando llegamos al Gobierno andaluz Benalmádena era uno de los mayores puntos negros de nuestra provincia en nuestro servicio andaluz de salud, algo que hemos conseguido revertir y donde hoy podemos presumir y poner a Benalmádena como ejemplo de todo aquello que el Gobierno andaluz se ha comprometido para seguir mejorando y acercando los servicios sanitarios a todos los vecinos”.
La popular asegura que “no se han dejado de incorporar nuevos servicios y nuevas especialidades tanto en consultas externas como en actividad quirúrgica, algo que llevaba paralizado desde 2019” y que ha permitido que en 2023 este centro hospitalario “pudiera ya contar con el 100% de su cartera de servicios con la incorporación de Dermatología, urología y Oftalmología”.
Las declaraciones de Navarro chocan de lleno con las denuncias sindicales que ponen en relieve una versión muy distinta. Así, estos critican una pérdida progresiva de cirugías de mayor complejidad, reduciendo la actividad quirúrgica a procedimientos menores, la disminución de quirófanos semanales a casi la mitad para cirugía general, y en su mayoría con anestesia local o el cierre de quirófanos de forma habitual “como ocurrió en enero, cuando un quirófano permaneció cerrado durante 19 días; en febrero, 5 días; y en marzo, 14 días, lo que supone una pérdida estimada de 300 pacientes que no han podido ser intervenidos”.
Los sindicalistas también critican que se han reconvertido habitaciones de hospitalización en espacios para consultas y que de las 24 habitaciones disponibles, solo quedan 16 para pacientes quirúrgicos, mientras que las ocho restantes se usan como consultas médicas.
Asimismo, aseguran que los pacientes del área más próxima, Torremolinos y Benalmádena, se están enviando para ser operados al hospital de Cártama mientras en el HARE permanecen quirófanos cerrados.
“Mientras se reduce la actividad quirúrgica en el HARE, se están disparando las listas de espera quirúrgica en todo el sistema público de salud, a pesar de la derivación de pacientes de otros centros a hospitales privados, en lugar de optimizar los recursos del propio hospital para disminuir las mismas”, critican.
Ajena las denuncias sindicales, Navarro subraya que la actividad quirúrgica en el hospital de Benalmádena “ha contado mejoras y nuevas incorporaciones, para seguir ampliando los procesos quirúrgicos que, aun no siendo de alta complejidad y sin que sea necesaria la hospitalización, son procedimientos que cuenta con una alta demanda”.
Precisamente, la pérdida de anestesistas es otra de las denuncias de los sindicatos que aseguran que “se han cerrado quirófanos por falta de estos profesionales” que son desplazados a otros hospitales, quedando uno solo para el de Benalmádena y en caso de emergencia “este único anestesista debe abandonar su puesto, dejando en una situación de riesgo y precariedad la asistencia anestésica programada”.
Los sindicalistas también ponen el foco en que casi veinte años después de su inauguración, una parte importante del edificio sigue sin poderse utilizar. “Existen salas completas en ladrillo y cemento, cuya finalización se ha paralizado por falta de presupuesto, mientras se destinan fondos públicos a conciertos con hospitales privados”, subraya el Sindicato Médico de Málaga.