La redes sociales han estallado contra la concejala de Bienestar Animal de Benalmádena, Áurea Peralta. La polémica que pone en la diana a la popular se originó tras una fotografía publicada por ella misma en redes sociales durante la corrida de toros picassiana que se celebró el sábado en Málaga con protesta previa antitaurina incluida.
La instantánea de la concejala benalmadense ha corrido como la pólvora despertando la indignación de colectivos animalistas de distintos puntos del país y de un ingente número de vecinos que exigen que dimita de inmediato de una Concejalía que, por cierto, creó el PP a su llegada a la Alcaldía de Benalmádena tras las pasadas elecciones municipales y que antes estaba incluida dentro de las responsabilidades del área municipal de Medio Ambiente.
Que la responsable de las políticas de bienestar animal en Benalmádena comparta desde su perfil político su disfrute durante una corrida de toros ha suscitado un sinfín de críticas entre quienes lo entienden como un gesto de hipocresía, e incluso una falta de respeto para con las asociaciones animalistas del municipio que están bajo la responsabilidad de su Concejalía y “hacia quienes confían en que los cargos públicos estén comprometidos con los valores que representan”.
Frente a los multitudinarios comentarios negativos que exigen su dimisión, Peralta parece que ha optado por ponerse el mundo por montera, y ni ha borrado la fotografía que la ha puesto en el ojo del huracán mediático, ni ha realizado manifestación alguna al respecto.
Desde el Gobierno local prefieren ver los toros desde la barrera y según fuentes municipales consultadas por este medio, se desmarcan del conflicto en redes sociales porque aseguran que la imagen de la discordia “pertenece al ámbito privado y personal” de Peralta, que, según puntualizan, “no fue a los toros en representación del Ayuntamiento de Benalmádena”. Eso si, le echan un capote a la popular y recuerdan que “no ha hecho nada prohibido puesto que las corridas de toros están permitidas y reguladas”.
La “incongruencia” de la alegría en la tarde de toros hecha pública por la concejala popular de Bienestar Animal frente a su discurso sobre “la apuesta del equipo de gobierno de Juan Antonio Lara por destacar a Benalmádena como ciudad amiga de los animales” han hecho arder las redes sociales en las que se está viralizando su fotografía, entendida, tal y como recogen cientos de comentarios, cómo un “retroceso” en las políticas de bienestar animal en Benalmádena.
Una de las voces más críticas ha sido PACMA, que manifiesta que el de la concejala de Bienestar animal de Benalmádena “no es un caso aislado pues, por desgracia, nos encontramos con políticos como ella a diario, que se ponen medallitas de animalistas para conseguir votos, pero es todo hipocresía pura”. Para PACMA, su presencia en este evento es una “muestra de hipocresía política inaceptable y una traición a los valores del cargo que ostenta”. En palabras de la coordinadora provincial del Partido Animalista en Málaga, Carmen Sánchez, “una concejala de Bienestar Animal asistiendo a una corrida de toros es como un pediatra aplaudiendo una paliza a un niño. Inexplicable e inconcebible”.
Asimismo, Sánchez recuerda que la concejala popular hace apenas un año participaba en las Jornadas Felinas Andaluzas “presentándose como un pilar fundamental de la gestión pública en materia de bienestar animal” y ahora, “siembra la discordia no solo tras su aparición pública sonriente desde una de las gradas de la plaza de toros, sino al comprometerse junto al alcalde, Juan Antonio Lara, con el retorno de grandes festejos taurinos para el municipio de Benalmádena”.
Para la formación política, la de Peralta es una actitud “sin coherencia, sin empatía y sin ética pues no se puede defender a los animales por la mañana y aplaudir su tortura por la tarde”. PACMA exige la dimisión de la edil popular puesto que considera “inadmisible” que una responsable de Bienestar Animal “respalde esta práctica con su presencia, y más aún en un contexto en el que el trabajo por los animales abandonados en Benalmádena recae, en gran parte, sobre el esfuerzo desinteresado de asociaciones y voluntariado”.
Plaza de toros
Tras el alboroto que se ha montado por esta fotografía taurina de la edil de Bienestar Animal, la vuelta de los espectáculos taurinos a Benalmádena comprometida por el alcalde, Juan Antonio Lara, se augura movida. Si bien en Benalmádena existe un comprometido tejido asociativo animalista, lo cierto es que el año pasado nació la Asociación Cultural Taurina de Benalmádena, que surge con la meta de “restablecer la actividad taurina en el municipio”, que ya se ha adherido a la Red de Municipios Taurinos.
De hecho, el pasado mes de marzo, el director del Área de Fomento, el director técnico del servicio de arquitectura, el jefe de servicio de arquitectura y un ingeniero del Área de Fomento e Infraestructuras de la Diputación Provincial de Málaga visitaban a la plaza de toros de Benalmádena para evaluar el estado en el que se encuentra al objeto de realizar un estudio técnico, solicitado por el Ayuntamiento a petición de la asociación taurina, presidida por Rafael Gamero.
Cabe recordar que la plaza de toros benalmadense, inaugurada en 1968, lleva cerrada desde 2011, año en el que el Ayuntamiento se vio obligado a recuperar su gestión debido al mal estado de las instalaciones y a distintos incumplimientos del pliego de concesión, circunstancias que en su día provocaron incluso la prohibición por parte de la Junta de Andalucía de la celebración de cualquier espectáculo en el recinto taurino al no cumplir con las condiciones de seguridad que debe tener un recinto con un aforo de 2.900 localidades y encontrarse en una situación de ruina urbanística.
Todo un magnífico ejemplo de coherencia moral y de desprecio de los principios alardeados, solo superada por el propio ayuntamiento que tras ésa concejalía desarrolla el proyecto para poner en activo la plaza de toros y reanudar los discutibles espectáculos taurinos.