La Policía Local, a cargo del alcalde, Juan Antonio Lara, también concejal de Seguridad, ha registrado desde primeros de año hasta agosto un total de 352 denuncias por incumplimiento de las ordenanzas municipales, frente a “las más de 700” denuncias que hace unos días anunciaba el propio Gobierno local de Benalmádena. ¿Qué ha ocurrido con la diferencia?
La realidad y lo que sí está totalmente constatado, según la documentación oficial a la que ha tenido acceso este medio, es que en el año 2022 fueron tramitadas 723 sanciones con motivo de infracciones de ordenanzas del municipio, el pasado año sumaron 729 y en lo que llevamos de 2024, -en concreto hasta el 28 de agosto-, hay un total de 352 sanciones, por lo que, a la vista de los datos oficiales, no queda “verificado”, tal y como denunciaba el Gobierno local de Benalmádena “un mayor incumpliendo de la ciudadanía de las conductas incívicas”, pese a que sí se está viviendo un cúmulo de basura constante y una limpieza viaria como poco deficitaria en los tres núcleos poblaciones de Benalmádena.
Aunque el civismo del ciudadano es fundamental para el idóneo mantenimiento de un municipio, este verano, según los datos oficiales, y el clamor popular, algo está fallando. Quizás el “período de adaptación” de la nueva empresa concesionaria del servicio, al que aludía el primer edil, se está eternizando o, tal y como viene denunciado la oposición, hay una “falta planificación”, pero este verano la imagen de Benalmádena a este respecto no es la idónea y la culpa no se le puede echar al vecino o turista, ni la solución está en “echar la bolsa de basura en los contenedores y cumplir horarios”, más que nada porque da igual la hora del día, no caben y la recogida de enseres, ya demostró este medio, que adolece de contradicciones informativas, lo que probablemente merma su efectividad.
Adiós al plan de empleo para pagar Limpieza
El problema con la basura y limpieza al que se está enfrentando Benalmádena este año ha propiciado que el equipo de Gobierno de Juan Antonio Lara haya decidido sacrificar el plan de empleo incluido en los presupuestos 2024 (980.336,35 euros), comprometido con los benalmadenses vulnerables, para destinarlo a pagar sueldos del grupo E de la limpieza viaria a razón de 660.549,41 euros y al abono de 67.245,74 euros en productividad, así como al pago a la Seguridad Social de 252.541,20 euros.
Que se haya recurrido a la vía de las modificaciones presupuestarias para hacer frente al pago de sueldos municipales del área de Limpieza resulta como poco preocupante, máxime cuando además existe un informe técnico, -al que ha podido acceder este medio-, en el que se alerta al Gobierno local de Benalmádena de que el gasto en concepto de gratificaciones ha sufrido un “incremento excesivo sin haber realizado ninguna subida a los conceptos económicos o las gratificaciones y sin conocerse los motivos de dicho aumento”.
Habrá que esperar a que finalice el año para poder hablar con propiedad en función a los datos reales, los registrados, y comprobar si existe un incremento o no en cuanto al número de denuncias en nuestro municipio por no respetar las ordenanzas. No obstante, es algo obvio que el número de infracciones tramitadas no solo van a depender del “incivismo” de algunos, sino de los recursos que disponga la Administración local para velar por el correcto cumplimiento de las ordenanzas locales, que, por haber, quizás superen la treintena. De momento, Benalmádena está sucia y desconocemos a qué más deben renunciar los benalmadenses, que de momento ya no tienen plan de empleo, para recibir un buen servicio, incluso con el incremento del contrato con la nueva concesionaria en más de 8 millones de euros de lo que se venía pagando hasta este año.