El proyecto urbanístico del futuro Tívoli parece que no termina de convencer en Benalmádena. El líder de la oposición, el socialista Víctor Navas, lo ha calificado de “pelotazo urbanístico” y ha asegurado que, “de todas las opciones para reabrir el parque de atracciones, el alcalde Lara ha elegido, a nuestro juicio, la peor para Benalmádena”.
En este sentido, recalcó que “el proyecto es una contradicción constante en las cifras y deja al parque de atracciones actual reducido a la mitad. En su lugar, prefieren aportar un nuevo centro comercial más en la Costa del Sol, además de que supone la desaparición de la explanada de aparcamientos, con el grave problema que ello supondrá para vecinos y visitantes”.
“De los 77.000 m² que ocupa actualmente Tívoli World, según la ficha urbanística, se pasará a apenas 35.000 m², menos de la mitad. Además, el parque quedará relegado a la cubierta de un centro comercial de 58.000 m², cuya construcción será condición previa para su apertura. Sin garantías, además, de que una vez terminado el centro comercial no permanezca cerrado mientras se finaliza el pequeño y nuevo parque”, ha advertido el secretario general.
“De esta forma, el volumen edificable aumentará hasta nueve veces el actual, sin que se haya aclarado quién asumirá ese coste para las arcas públicas, dado que Tremón está actualmente en concurso de acreedores”, ha recordado.
Asimismo, el socialista no ha dudado en afirmar que “el acuerdo firmado otorga a Tremón un cheque en blanco que hipoteca el futuro de Arroyo de la Miel. Se justifica la operación con el argumento de que Tívoli World no es rentable y que esta es la única salida, cuando sabemos que existen inversores dispuestos a apostar por el parque y preservar su identidad, y que Tívoli llego a ser rentable incluso durante 2020, el primer año de la pandemia”.
Y es que, a su juicio, “Tremón nunca tuvo intención de reabrir Tívoli World. Abandonó a sus trabajadores y ahora, según lo firmado, podrá vender los derechos y beneficios de la operación cuando lo considere oportuno y sin poner una sola piedra. Un negocio redondo para algunos”.
“A nuestro parecer, este acuerdo se asemeja a un pelotazo urbanístico en toda regla. No es el pacto que nosotros habríamos firmado durante nuestra etapa al frente del gobierno municipal, y por eso no hubo entendimiento con Tremón, ya que entendemos que el actual acuerdo va en contra del interés general del municipio”, subraya Navas.
Por su parte, la concejala y diputada provincial, María Isabel Ruiz, cree que el acuerdo es “precipitado, fruto de las prisas por sacar un titular, por tener una foto del alcalde paseando en solitario por el parque de atracciones. Un acuerdo que deja aún más dudas sobre el futuro del parque”.
Entre las incógnitas que ahora se plantean, Ruiz detalló que “el acuerdo es poco transparente en aspectos como los plazos, quién asume económicamente ese aumento de la edificabilidad, o la recalificación, que supondrá aumentar hasta nueve veces la que tiene en la actualidad”.
En cuanto a la burocracia necesaria para que se ejecute el proyecto, Ruiz subraya que “no explican que su tramitación se dilatará durante años, porque requerirá el visto bueno de muchas administraciones, como la Junta de Andalucía”.
Asimismo, desde el PSOE critican el haber conocido los términos del protocolo a través de los medios de comunicación y que el Gobierno local “no se haya dignado a sentarse con la oposición para explicar todas las dudas que tenemos”.
Postura del Gobierno local
Por su parte, el Gobierno local defiende en una nota de prensa que el futuro parque de atracciones Tívoli “será más grande que el actual”. En concreto, asegura que “contará con una superficie total de 69.860 m² y multiplicará su techo de edificabilidad casi por tres, pasando de 16.672 a 42.220 m²”.
En este sentido, según asegura la alcaldesa en funciones y edil de Urbanismo, Presi Aguilera, el futuro parque de atracciones “contará con una superficie efectiva de 69.860 m², de los cuales, 35.860 m² se ubicarán en parcela independiente, mientras que 34.000 m² lo harán ocupando vuelo de la parcela comercial, concretamente en su cubierta superior”. Por tanto, “la actuación con mayor entidad será el parque de atracciones, tal y como se comprometió el alcalde, Juan Antonio Lara, ya que la zona comercial tendrá 58.000 m² y el futuro Tívoli 69.860 m²”.
De hecho, la concejala popular dice que no se entiende “el proceder de algunos dirigentes de la oposición que, habiendo sido informados del acuerdo al mismo tiempo que los trabajadores, antes de su firma y con total transparencia, están intentando generar confusión con los metros cuadrados del futuro Tívoli, que va a ser más grande y mejor”.
Por otro lado, ha recordado que, “una vez se ha dado a conocer íntegramente el convenio a toda la ciudadanía en un proceso público y transparente”, se abre un mes de exposición pública en el que queda claro que “nunca se podrá abrir un hotel ni un centro comercial sobre el terreno sin antes abrirse nuestro emblemático parque de atracciones”.
En palabras de Aguilera, el convenio es “taxativamente claro, protege, moderniza y amplia nuestro emblemático parque de atracciones, responde y soluciona la situación de los extrabajadores y supondrá una inversión para todo el complejo estimada entre 100 y 200 millones de euros para su puesta en marcha, con el impulso a generar hasta 1.000 empleos, tanto directos como indirectos”.