Presupuestos municipales de Benalmádena 2024: cero para empleo, 844.200,48 euros para cargos políticos. Los más vulnerables este año pagarán el precio de la política y su círculo de confianza en nuestro municipio. Y es que, el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, ha sacrificado el casi millón de euros destinado al plan de empleo para poder pagar nóminas, pero ha incrementado en más del doble el presupuesto para personal de confianza, que ha aprobado subir hasta un total de 25 puestos, el límite máximo permitido por la normativa para municipios de entre 70.000 y 500.000 habitantes.
El crédito reservado para el programa de empleo (980.336,35 euros) comprometido con los benalmadenses en los presupuestos municipales de este año, se destinará ahora a pagar sueldos del grupo E de la limpieza viaria a razón de 660.549,41 euros y al abono de 67.245,74 euros en productividad, así como al pago a la Seguridad Social de 252.541,20 euros.
Que se haya recurrido a la vía de las modificaciones presupuestarias para hacer frente al pago de sueldos municipales resulta como poco preocupante, pero más lo es aún que mientras se invierte cero euros en iniciativas de empleo para los vecinos más vulnerables, se haya incrementado la partida económica para asesores en más del doble. Si este personal político extra no había sido contratado al aprobarse los presupuestos y tampoco el plan de empleo se había puesto en marcha, la decisión de decir adiós a este último -entre todos los proyectos previstos- y además, no tocar la partida para personal de confianza, da a pensar que en Benalmádena, la vulnerabilidad se ha convertido en un lastre mientras se premia la lealtad política.
Beneficios para urbanizaciones y barrios
Los planes de empleo no solo son una apuesta decidida por apoyar a quienes más lo necesitan mejorando la capacitación de los participantes, ampliando su formación, fomentando su empleabilidad e inserción social, sino que también supone un refuerzo vital para los servicios que presta el Ayuntamiento a toda la vecindad.
En la pasada apuesta por políticas de empleo en Benalmádena, el más de centenar de participantes, entre ellos un número importante de mujeres con hijos a su cargo, desarrollaron labores a las que el personal de Servicios Operativos, con su actual plantilla, no puede llegar. De este modo, gracias a los planes de empleo son muchas las barriadas, urbanizaciones y zonas rústicas que vieron mejoras reales en el adecentamiento de mobiliario público, limpieza, desbroces o labores de pintura, entre otras.
Los vecinos de Santangelo Norte, La Viñuela, Torremuelle, Torrequebrada, Béjar, entre otras muchas zonas, se beneficiaron del trabajo de estos benalmadenses, mientras que de los nuevos puestos de personal de confianza se desconoce en qué va a revertir a los vecinos y vecinas. Pese a que estos cargos equivalen a un directivo intermedio con titulación superior, con sueldos que van de un mínimo 35.475,67 euros a los 49.056 euros -más paquete social y Seguridad Social-, no se han hecho públicos ni los requisitos de titulación y experiencia, así como capacidades probadas que tendría que demostrar este personal antes de ser contratado, ni qué labor laboral concreta van a desarrollar. Por no saber, los benalmadenses desconocen cuantos puestos de esta índole ya han sido contratados más allá de los que 12 con los que el nuevo Gobierno comenzó su mandato.
Lo único que si se puede afirmar con total certeza es que el alcalde no realizará prueba selectiva de ningún tipo, amparándose en que son puestos “de confianza”. Y que, los presupuestos de Benalmádena, que tanto están dando que hablar, recogen una partida por más de ochocientos cuarenta y cuatro mil euros, que sustituye a otra de menos de la mitad en el presupuesto de 2023, un trámite imprescindible para pagar las nuevas nóminas. Sin embargo, este medio ha comprobado que en los documentos de la plantilla solo se han incluido los mismos puestos de personal de confianza que en 2023, circunstancia por la que quizás no hubo una respuesta inmediata de los grupos de la oposición en su día, que supieron de la intención de aumentar el personal de confianza hasta los 25 cargos en un pleno posterior al que dio luz verde con el apoyo en solitario del PP, al polémico presupuesto de este año.
Al final, la realidad es que el alcalde de Benalmádena ha reorientado las cuestas municipales, destinando el doble de fondos de las arcas municipales -que de contratarse el total de 25 puestos el próximo año superarán el millón de euros- a pagar personal político designado sin examen o prueba previa, es decir, a dedo, y ha dejado en la estacada al vecino de a pie, al más vulnerable, eliminando de un plumazo el plan de empleo comprometido por él mismo y su gobierno para este año.
Hechos como estos nos hacen pensar en la importancia que le dan algunos partidos políticos a ganar unas elecciones o a mantener una base electoral que les permita tener el poder de asignar empleo de no mercado, no competitivo ni procedente de una actividad generadora de PIB a sus correligionarios. Y es que, de este modo, los partidos políticos disponen de una cartera de empleo que puede representar muchos votos directos, sumando al “trabajador/a” su entorno familiar y social, en el que por supuesto, en esta era digital, se incluyen grupos de presión de redes sociales y comunidades virtuales.
