Benalmádena ya ha puesto en marcha su plan de limpieza integral previsto para este verano, tras el fin de las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía debido a la sequía.
El plan municipal se desarrollará a través de trabajos de desbroce, barrido mecánico y baldeo a presión, así como de la limpieza de mobiliario urbano y grafitis. Para llevar a cabo estas tareas, se utilizarán cuatro camiones de baldeo, dos barredoras, tres hidrolimpiadoras y dos desbrozadoras, con un equipo de nueve conductores y 18 operarios.
El alcalde, Juan Antonio Lara, ha explicado esta mañana que se utilizará “preferentemente agua no potable” para la limpieza y que se trabajará en coordinación con la delegación de Parques y Jardines para “maximizar la efectividad” de los trabajos.
Por otro lado, el primer edil recordó que, por seguridad de los operarios, los trabajos se suspenderían en situación de alerta naranja por altas temperaturas.
Lara ha agradecido a todos los trabajadores “el gran esfuerzo y dedicación en su trabajo”, incidiendo en la necesidad de que este plan venga acompañado de la colaboración de todos los vecinos y visitantes “para mantener el municipio mejor que nunca en estos meses que llegan”. Por eso, desde el Ayuntamiento se recuerda la importancia de respetar los horarios establecidos para depositar la basura en las calles, así como de recogida de muebles y enseres, el uso de agua y jabón cuando miccionen las mascotas en vía pública o que se depositen los excrementos de estas en papeleras.
Campaña contra mosquitos
Por otro lado, también ha comenzado una campaña extraordinaria de refuerzo para el control de larvas de mosquito durante los meses de verano. Esta actuación se enmarca dentro de un contrato municipal de emergencia para el control de plagas, gestionado actualmente por la empresa especializada Contraplagas Ambiental, tras la quiebra de la anterior adjudicataria.
El contrato actual, de carácter temporal hasta una nueva adjudicación definitiva, ha supuesto una ampliación presupuestaria de 170.000 euros, lo que representa un incremento del 160% respecto al anterior contrato, con el objetivo de mejorar la eficacia del servicio y dar respuesta a nuevas plagas emergentes, como las avispas invasoras y diversas especies de mosquitos que antes no estaban presentes en el municipio.
