Emabesa -de capital público y privado (Aqualia-Grupo FCC) al 50%- continuará al frente del servicio de abastecimiento del agua en Benalmádena una vez finalice el próximo 16 de junio la concesión. Así lo ha anunciado hoy el concejal del área, Juan Olea, tras semanas de críticas por parte de la oposición frente la incertidumbre en torno al futuro de este servicio público.
El servicio del suministro de agua en Benalmádena estará en esta situación hasta que el Ayuntamiento “finalice con la tramitación para aprobar el nuevo modelo de gestión y se llevan a cabo todos los trámites para la licitación”, sin que se ha especificado un plazo temporal estimado de duración.
No obstante, Olea ha asegurado que el servicio “está garantizado” y que la continuidad en precario de Emabesa se sustenta en “razones de interés público, junto con la necesidad de continuidad del servicio” y está avalada además, por los servicios jurídicos del Ayuntamiento.
El concejal popular, principal diana de las críticas como responsable político de Emabesa, ha defendido su labor culpabilizando al anterior Gobierno municipal que, en su opinión, “tenía que haberse anticipado a la finalización de este contrato, dado que esta empresa mixta lleva gestionando el agua en Benalmádena 25 años”.
Olea asegura que “la prueba más clara de que no se hicieron bien las cosas es que desde hace 10 años tenía que haberse designado un interventor técnico que vigilara esta situación, pero el gobierno anterior decidió inhibirse e, incomprensiblemente, no lo nombró estando obligado a ello”.
En esta línea, manifestó que “hemos sido capaces de resolver en dos años lo que el anterior gobierno no hizo en ocho, un gobierno anterior que realizó una propuesta que no prosperó para acordar una ampliación de la duración del contrato por no contar con informes favorables”.
El popular también ha recordado que el PSOE “alababa” el modelo de gestión mixta, toda vez que actuó “de manera incompetente” a la hora de avanzar en los trámites para garantizar la continuidad del servicio mientras se preparaba una nueva licitación, “de la que no se había realizado nada cuando llegamos al gobierno local a sabiendas de que el contrato expiraba en dos años y estos procesos son largos en la administración”.
Por último, Olea ha pedido a la oposición “lealtad institucional” porque “esta situación debía haberse previsto diez años antes y el futuro de la gestión del agua en el municipio tenía que decidirse atendiendo a que es un bien de primera necesidad y nunca detenerse por intereses electorales”.
Por su parte, el líder de la oposición, el socialista Víctor Navas ha defendido esta mañana en rueda de prensa y antes de hacerse pública esta noticia, que el Gobierno de Juan Antonio Lara “una vez más, llega tarde y busca culpables en lugar de asumir responsabilidades”.
Del mismo modo, la portavoz del PSOE, Sandra Ochoa, denunció que esta prórroga “favorece injustamente a la empresa adjudicataria, que en su momento resultó ganadora frente a otras por ofrecer un periodo de concesión más corto: 25 años frente a los 30 de otras licitadoras. Mantener ahora la explotación sin licitación pública supone un agravio comparativo para quienes quedaron fuera del proceso original”.
Asimismo ha recordado que, según recogen los estatutos de la propia empresa, una vez finalizado el periodo concesional de 25 años, la sociedad debe disolverse y el servicio debe pasar a gestión directa por parte del Ayuntamiento.
“Las inversiones previstas en el acuerdo inicial ya están amortizadas, y el canon de 14 millones de euros que debía abonar la parte privada por el uso lucrativo de la red fue ingresado hace años. Por tanto, no existe ya obligación legal que justifique la continuidad de la concesión actual”, aseguró Ochoa.
“Se trata de un nuevo ejemplo del modelo de gestión del Partido Popular en Benalmádena, donde los intereses generales quedan supeditados a los de unos pocos. Si en el caso de Tívoli World se pretende beneficiar a una empresa inmobiliaria con un pelotazo urbanístico, ahora es el agua de todos los benalmadenses lo que se pone en bandeja de plata en manos privadas”, ha señalado Navas.
El socialista denuncia que “esta es la forma de gobernar de Juan Antonio Lara: convertir lo que es de todos en negocio para unos pocos. Una gestión opaca, sin planificación ni sentido de lo público, que va en contra del interés general y que Benalmádena no se puede permitir”.