Es un hecho que su excelente gastronomía también es seña de identidad de Benalmádena. En ella confluyen los mejores productos de la tierra, el recetario tradicional malagueño, las nuevas vanguardias culinarias y, desde luego, las hábiles manos que día a día se encargan de hacer realidad cada exquisito bocado.
La Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), como no podía de ser de otra forma, ha puesto sus ojos en nuestro municipio y ha elegido a El Parador II Playa como el mejor restaurante del 2023, un templo de la cocina fundando por el matrimonio Muñoz hace más de tres décadas. De hecho, si no nos hemos confundido con las cuentas, hace 55 años que los padres de José y Francisco Muñoz abrieron un chiringuito en la playa de las Yucas de Benalmádena, después, hace ahora 34 años, un primer restaurante El Parador en el pueblo y hace 33 años, El Parador II Playa en la actual ubicación junto al hotel Playa Bonita.
En nuestra sección Yo compro en Benalmádena queremos recordar los inicios de este señero restaurante, que se gestó en una atalaya privilegiada de la costa de Benalmádena con unas vistas idílicas, junto al hotel Playa Bonita, con el propósito de ofrecer una materia prima de calidad y honestidad en la cocina.
Antes de restaurante fue el Chiringuito de Arroyo Hondo, como pueden ver en esta fotografía de 1988. Desde aquel entonces esa dedicación incansable en los fogones y los mejores productos de la tierra y el mar, han sido la clave para que esta familia lo convierta en el mejor restaurante de Málaga, según los propios hosteleros, y es que resulta innegable, que en el Parador Playa es de los que mejor tratan el pescado y el marisco en la Costa del Sol.
Como decíamos, el Parador II se levantó en el mismo sitio donde tenían el antiguo chiringuito. En una de las fotografías aparecen Francis y José Muñoz de niños en el año 1989. Lejos quedan están instantáneas, que demuestran que si pones alma, corazón y mucho tesón puedes lograr todo lo que te propongas.
Abierto de marzo a octubre, saborear sus deliciosos platos escuchando el arrullo de las olas del mar, es una experiencia inigualable. Y sin duda, el buen hacer de padre e hijo con su trato amable y cercano, convierten este lugar un establecimiento único en la Costa del Sol. Es como estar en familia. Eso sí, con un familiar que cocina de ensueño.
Ofrece una amplia terraza a pie de playa con maravillosas vistas al mar y una carta que incluye productos tradicionales de la cocina marinera como los espetos de sardinas, la sopa de mariscos, las coquinas o los calamaritos del estrecho, además de exquisitas paellas y arroces.
No queremos terminar este viaje al recuerdo sin compartir dos fotografías (interior y exterior) del Parador de la avenida Juan Luis Peralta de Benalmádena Pueblo, otro gran templo de la gastronomía de nuestro municipio. Las instantáneas datan de la década de los 90 y en una de ellas, entre los clientes, aparece Lázaro que mira directamente a cámara en el momento en el que se tomó la fotografía.
Fundado en los años ochenta por los hermanos Muñoz, es hoy en día un referente en el panorama gastronómico de Benalmádena Pueblo. Y es que, su estratégica ubicación hacen de El Parador I un lugar idóneo para comer, tapear o disfrutar de una agradable cena. El trato con el cliente y la cocina son inmejorables, pues no en vano se trata de la segunda generación de una familia consagrada a la hostelería.
Recuerda que está en nuestras manos, en la de los benalmadenses, que nuestros negocios tengan una larga vida, llena de éxitos. Ellos, cada vez que abren la persiana o colocan la terraza nos dan lo mejor de sí, pero es necesaria nuestra respuesta. Las razones para comprar o consumir en los negocios de nuestro municipio son muchas y muy variadas. Para mi, sobre todo destaca la calidad humana en el trato, porque todos estos establecimientos, los de la Costa, Arroyo de la Miel y Benalmádena Pueblo son atendidos por nuestros vecinos, incluso por amigos, por quienes nos conocen, a veces desde la más tierna infancia. Esos negocios, los nuestros, son los que dan vida a los barrios, incluso son los que revalorizan nuestras viviendas porque a todos nos encantan las zonas de la ciudad en las que todo está a mano, en las que dando un paseo se puede hacer la compra, almorzar como un rey o reina, o disfrutar de un aperitivo sin necesidad de coger el coche. Y qué decir de los productos artesanos locales, ¿dónde vas a encontrar algo más auténtico?.
Si quieres disfrutar de los viajes de Ole Benalmádena a la historia de nuestro tejido empresarial y comercial:
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