Izquierda Unida (IU) de Benalmádena ha anunciado esta mañana que, tras la celebración de una asamblea abierta, va a presentar alegaciones al convenio urbanístico acordado con Grupo Inmobiliario Tremón en un “intento de destapar la gigantesca operación de especulación urbanística que se esconde bajo el timo de la proclama de que Tívoli va a reabrir”.
El portavoz de la formación, Pablo Centella, ha explicado que “tanto el alcalde como la empresa inmobiliaria están tratando de estafar a los benalmadenses con un convenio en el que sólo existe una cosa cierta y segura como es que la edificabilidad aumenta en un 800% y por lo tanto el valor de los terrenos se dispara”.
“Todo lo demás”, según afirma, “queda en el aire y al albur del beneficiario del convenio”. En este sentido, Centella incide en que si se desarrolla el acuerdo, el tamaño, modelo y número de atracciones del parque, la dimensión y calificación de los hoteles contemplados en el documento y la recolocación o no de los trabajadores “quedarán única y exclusivamente en manos de Grupo Tremón, sin ninguna posibilidad de intervención por parte del Ayuntamiento”.
A juicio de Centella, se trata de “un cheque en blanco por valor nunca inferior a los 200 millones de euros sin que se concreten las obligaciones del grupo inmobiliario”. Del mismo modo, denuncia que “esta macro operación especulativa se esconde bajo el señuelo de la reapertura de Tívoli cuando ellos mismos saben que eso no es cierto”.
“El señor Lara ha firmado la defunción de Tívoli”, aseguró Centella, que calificó tanto al alcalde como al equipo de Gobierno local de “irresponsables”. En palabras de Centella, “con dinero y patrimonio público no se pueden extender cheques en blanco a nadie abandonando sus responsabilidades de optimizar los bienes que son públicos, de garantizar una movilidad fluida en el municipio, de ofertar plazas de aparcamiento suficientes y de defender al pequeño hostelero o comerciante de Arroyo de la Miel”.
Asimismo, aseguró que “se avala una macro operación urbanística sin contraprestación económica alguna, sin un plan que garantice que la movilidad en Benalmádena no va a ser un caos, sin un plan de aparcamientos que sustituya a los actuales y dejando al pequeño empresario indefenso ante una competencia que no va a poder igualar”.