¿Sabes que Benalmádena ha servido de decorado para la filmación de películas de todo el mundo? El director del Ficcab, Jaime Noguera, nos irá descubriendo en una serie de artículos esa otra faceta de Benalmádena como plató de rodaje
Hoy tenemos una de guerra en el menú: Lost Command (en España, Mando perdido; en Argentina, Talla de valientes). Se trata de una épica película estadounidense de 1966 dirigida por Mark Robson y con un plantel de auténticas estrellas internacionales sesenteras: Anthony Quinn, Alain Delon, George Segal, Michèle Morgan y Claudia Cardinale. ¡Chúpate esa!
En la cinta, tras un preludio ambientado en la derrota francesa en Indochina, la trama nos traslada a una guerra de Independencia de Argelia en la que ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos.
En un momento de la película, el apuesto capitán Esclavier (Alain Delon) es seducido por una bella (y muy moderna) argelina (Claudia Cardinale) de nombre Aicha que se debate entre rendirse a los encantos del maromo franchute y su lealtad hacia los rebeldes que pretenden conseguir la independencia de la provincia francesa en el norte de África. Como buena seductora, opta por llevárselo a la playa. Calor, arena, humedad, un bikini… ¿Qué puede fallar?
¿Qué sale de Benalmádena?
Nuevamente, una producción cinematográfica (y esta, internacional) se rinde a los encantos de El Bil Bil. El capitán Esclavier lleva a la playa en su jeep molón a la atribulada Aicha (el personaje interpretado por la Cardinale) donde ambos jóvenes se dedican a darse bañitos y arrumacos varios. Eso sí, aunque al final ella acabe haciéndole una cobra como un demonio de grande. Ya se sabe, por aquello de los conflictos de intereses (o de lealtades, en este caso).
Con una torrecita blanca de estilo árabe en primer plano, y una playa de Bil Bil vacía de alemanes o ingleses, la magia del cine hace el resto y nos transporta a la costa argelina. Y es que nuestro litoral tiene una capacidad camaleónica que cineastas de todo el mundo han aprovechado y pueden aprovechar en el futuro, especialmente tras una necesaria promoción como plató de rodaje.
Por cierto, merece, aunque salgamos de nuestras fronteras locales, una mención a la sinvergonzonería (o quizás, atrevimiento) de los editores del film, pues nos presentan Málaga (catedral y puertos incluidos) en un momento como Argel (que para quien no lo sepa, es la capital de Argelia).
Otros lugares de nuestra provincia, como el Mercado de Salamanca, el Torcal o el río Guadalhorce también aparecen en la película, pero eso… es otra historia.
Si recuerdas algún rodaje, tienes foto o información sobre la grabación de alguna película en Benalmádena, ayúdanos a darlo a conocer poniéndote en contacto con contacto@olebenalmadena.com
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